El modelo vasco al reto de las migraciones - Alfa y Omega

El modelo vasco al reto de las migraciones

El lehendakari Íñigo Urkullu comienza en el Vaticano el relanzamiento de su propuesta Share para un reparto equitativo de migrantes y refugiados entre los países de la Unión Europea, iniciativa que quedó en pausa por los procesos electorales de abril y mayo. El cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, manifestó su sintonía con la propuesta

Fran Otero
Jonan Fernández, Marian Elorza, Carmen de la Peña, Íñigo Urkullu y el cardenal Pietro Parolin durante la reunión. Foto: Irekia

De la visita del lendakari, Íñigo Urkullu, al Vaticano el pasado 28 de agosto trascendió poco más que una foto con el Papa Francisco en la audiencia general y que había llegado allí para dar a conocer una propuesta que busca la corresponsabilidad en la respuesta al reto migratorio que enfrente Europa. Lo cierto es que esta iniciativa lanzada por el Gobierno vasco a principios de este año fue la cuestión principal de la visita, que incluyó una cena ofrecida por la embajadora de la Santa Sede en la víspera y una reunión con el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin.

La propuesta, como su propio nombre indica (Share, compartir) busca distribuir el esfuerzo y la corresponsabilidad entre las diferentes regiones de Europa en la acogida de migrantes. El reparto se basaría en tres parámetros: el PIB per cápita (50 %), la población (30 %) y el índice de desempleo (20 %). La idea del Gobierno vasco no es nueva, pues se basa en una ya empleada en Alemania para distribuir a los solicitantes de asilo entre los diferentes länder, aunque esta solo tenía encuentra los dos primeros criterios.

Con esta fórmula, el reparto sería más equilibrado, pues se distribuye el esfuerzo en función de los recursos que cada región tiene, el número de población que puede atender y también las expectativas laborales que pueda ofrecer.

Según explica a Alfa y Omega Jonan Fernández, secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación del Gobierno Vasco, que depende directamente de la presidencia, esta propuesta permitiría, por ejemplo, que regiones como Andalucía, Murcia, Melilla o Canarias no estuvieran tan desbordadas en materia de menores no acompañados.

Share ya ha sido presentada al Gobierno de España en diferentes mesas de trabajo, así como al resto de comunidades autónomas. Algunas como Canarias, Melilla, Cataluña o Navarra han mostrado interés en ella, mientras que otras como Galicia o Valencia señalaron en su momento que preferían que se retomase la cuestión tras el periodo electoral. Lo mismo sucedió a nivel europeo, cuando se puso la propuesta encima de la mesa del Comité Europeo de Regiones.

Tanto es así que la visita al Vaticano es una de las primeras acciones que el Gobierno vasco ha realizado para relanzar el proyecto este otoño, de modo que se pueda poner en marcha lo antes posible. La bendición de la Santa Sede ya la tiene. Según Jonan Fernández, el Vaticano ha mostrado su predisposición a estudiar la propuesta y a colaborar. «La reunión con el cardenal Pietro Parolin fue muy fluida y manifestó una sintonía muy fuerte y explícita con los principios de la propuesta. También a la hora de analizar la problemática de las migraciones y las incapacidades que hay para articular una respuesta.

Por el momento, desde el Gobierno vasco no se plantean llevar la reforma al parlamento regional o al Congreso de los Diputados; lo que buscan es alcanzar el mayor consenso social posible. «Si hay que plantearlo por la vía parlamentaria, que sea porque antes hay ya un acuerdo amplio. Sería muy bueno poder alcanzarlo», añade Fernández. En su opinión, Share podía ser una herramienta muy útil cuando lleguen grandes cantidades de migrantes a nuestras costas, de modo que puedan distribuirse lo más rápido posible, algo que no solo redunda en el bienestar de estas personas, sino que ayuda también a despolitizar los debates.

El Papa Francisco saluda el lendakari Urkullu, durante la audiencia general. Foto: Reuters/Vatican Media

Patrocinio Comunitario

Se ha hecho partícipe de la propuesta a todas las entidades que están trabajando en la acogida e integración de migrantes, cuestión esta última en el que la Administración vasca también destaca por encima del resto. De hecho, en el pasado mes de junio, el Gobierno vasco puso en marcha junto con el del Estado, ACNUR, Cáritas y los jesuitas una experiencia piloto llamada Patrocinio Comunitario que consiste en la autorganización e implicación de los ciudadanos, ONG y otros grupos en los procesos de acogida e integración de personas refugiadas y que está inspirada en una propuesta canadiense.

El proyecto se inició en marzo con la llegada a la región de 29 refugiados sirios que forman cinco familias. Al llegar, los grupos locales, apoyados por Cáritas y los jesuitas, se encargaron de su acogida e instalación en cinco municipios: Bilbao, Arrigorriaga, Portugalete, Andoáin y Vitoria, donde ya tenían preparada una vivienda y un proyecto de trabajo para su integración.

Este modelo ya fue alabado por la directora general de Integración y Atención Humanitaria del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Estrella Rodríguez, durante las jornadas de delegados y agentes de pastoral de Migraciones que se celebraron en junio, sobre todo por su capacidad para generar una amplia red de trabajo conjunto por los más vulnerables. «Es algo que nos gustaría extender más. Seguro que es buena fórmula para aliviar el sistema, además de una posibilidad de ir dando un mensaje positivo a la sociedad, porque los ciudadanos se corresponsabilizan en el acompañamiento a los solicitantes de asilo. Nos gustaría que este formato se pudiera extender», afirmó.