Su hija pequeña flotando en la piscina y la Virgen de Torreciudad - Alfa y Omega

Su hija pequeña flotando en la piscina y la Virgen de Torreciudad

Su hija se cayó a la piscina y ellos se aferraron a la oración. Para sorpresa de todos, Natalia recuperó la consciencia

Redacción
Juanjo y Sabine junto a sus cuatro hijas. Foto: Torreciudad

Juanjo y Sabine son padres de cuatro niñas. El pasado 27 de julio tenían previsto hacerse una gran foto familiar con motivo de los 60 años de matrimonio de los padres de Juanjo, Alicia y Josemaría, que celebrarían al día siguiente en la capilla de la Sagrada Familia de Torreciudad.

Pero aquella mañana lluviosa de sábado ocurrió un suceso inesperado: encontraron a la más pequeña de sus hijas, Natalia, flotando en la piscina de la urbanización donde veranean. «Solo Dios sabe el tiempo que Natalia estuvo en parada cardíaca», explica Juanjo.

Parecía que solo restaba tapar a la niña con una manta cuando dos personas con algunos conocimientos de reanimación comenzaron a practicarle la maniobra, sin descanso, para tratar de salvarla. A su alrededor, «todos empezamos a rezarle a la Virgen», continúa Juanjo.

La pequeña, de 2 años, fue trasladada en helicóptero hasta el hospital Miguel Servet de Zaragoza acompañada del personal sanitario y por la oración continuada de familiares y amigos. Para sorpresa de todos, Natalia recuperó la consciencia. Los médicos no acertaban a dar una explicación.

Una semana después, el sábado 3 de agosto, la Misa se celebró en el altar mayor del santuario de Torreciudad como acción de gracias por la vida de Natalia. A continuación, los padres, una de las hijas y dos amigos, dirigieron los cinco misterios del rosario desde el ambón. Finalmente, pusieron velas ante la Virgen como agradecimiento.

Una vez superado el susto, Juanjo no ha podido evitar comparar lo que le ocurrió a su hija con la propia historia del impulsor de este santuario mariano, el fundador del Opus Dei. San Josemaría Escrivá también fue curado por intercesión de la Virgen cuando tenía dos años. Los médicos lo daban por desahuciado cuando sus padres se encomendaron a la Virgen de Torreciudad y le prometieron visitarla si salvaba a su hijo.

Torreciudad / Redacción