«El órgano para nosotros es muy triste» - Alfa y Omega

«El órgano para nosotros es muy triste»

Redacción
Foto: Rodrigo Moreno Quicios

«Nuestro lugar de trabajo no es el despacho, sino la calle». Mónica Prieto, responsable del Departamento de Migraciones de la Conferencia Episcopal (CEE), anima a las congregaciones, asociaciones y parroquias a contactar con su departamento si tienen dudas sobre cómo poner en marcha cualquier tipo de proyecto. Para el director de la comisión, José Luis Pinilla, aspecto clave del trabajo desde la CEE es que los responsables de Iglesia «se acerquen a tocar, no digo solo a ver, la realidad de los migrantes en Marruecos o en nuestros barrios. Porque las cosas no son según el color del cristal con que las miramos, sino, como dice Benedetti, según el dolor con el que las vemos». Otro de los organizadores del foro, José Manuel Aparicio, del Instituto de Estudios Migratorios de la Universidad Pontificia Comillas, subrayó que «no puede ser que un sacerdote se ordene sin haber tenido contacto con transeúntes, con menores no acompañados…». Este aspecto depende hoy de cada rector de seminario, pero debería asegurarse que figura en la formación «la amistad con los pobres». Con los pobres, y específicamente con los migrantes. José Cobo, obispo auxiliar de Madrid, cree que las parroquias «han acogido a los migrantes en cuanto que pobres, les hemos dado una ayuda, pero la mirada que nos pide hoy el Papa es mucho más global». Vladimir Arturo Paspuel, presidente de la asociación Rumiñahui, dijo agradecer que se le invite a participar en actos de Iglesia, aunque lamentó que, «cuando nosotros organizamos actos, la gente local no viene». En lo que respecta a las parroquias, demandó homilías y liturgias «más cercanas». «Nos gustan las guitarras, los bombos, las Misas alegres», dijo. «El órgano es bonito para ustedes, pero para nosotros resulta muy triste».