El arzobispo de Toledo considera «impresentable» la reacción del Gobierno a las palabras del nuncio - Alfa y Omega

El arzobispo de Toledo considera «impresentable» la reacción del Gobierno a las palabras del nuncio

Braulio Rodríguez afirmó que «no se puede amenazar», ya que, en su opinión, «los ciudadanos formamos la Iglesia y esa es una manera de reaccionar anticuada»

EFE

El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, considera «impresentables» las declaraciones de la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, al afirmar que se tiene la intención de abordar la fiscalidad de la Iglesia católica tras lo que consideró una «injerencia» del nuncio en España en la exhumación de Franco por la que va a poner una queja formal al Vaticano.

El arzobispo de Toledo, por su parte, defendió las declaraciones del nuncio en España, Renzo Fratini, y aseguró que «en absoluto quería meterse con el Gobierno en funciones» y señaló que lo que quiso decir es que «los problemas que tiene nuestro país son muy grandes» y que no se puede «estar dando vueltas siempre a algo que sucedió hace más de 40 años».

«Hay que tener en cuenta el esfuerzo que se hizo para que hubiera una reconciliación verdadera en España», añadió el primado de España, que lamentó las palabras de la vicepresidenta en funciones «porque no se puede amenazar», ya que, según ha indicado, «los ciudadanos formamos la Iglesia y esta es una manera de reaccionar anticuada».

Incendios

Por otro lado, el arzobispo de Toledo se mostró contrariado con la cobertura que los medios de comunicación han realizado del incendio producido en la capital regional el pasado fin de semana, ya que según Rodríguez «nadie habló» de que las hermanas cistercienses del monasterio de San Bernardo tuvieron que ser evacuadas de madrugada y sí se cubrió el desalojo de una perrera cercana.

«Es una realidad que me ha producido mucha tristeza», dijo el arzobispo, que en la misma línea criticó que no se suspendiera el concierto del sábado en la plaza del Ayuntamiento «mientras había más de 100 personas que corrían peligro», lo que ha considerado como una «falta de sensibilidad».