La fe de los marineros - Alfa y Omega

Nuestra Armada española es una de las más antiguas de la historia de la humanidad. Es heredera de un legado portentoso de gestas y costumbres, y si hay una periferia en la que tradiciones y fe cristiana se funden, es en la mar. Creyente o no, como ora un dicho, «en los puentes de nuestros barcos, el que no sabe rezar, navegando los mares aprenderá». Porque cuando azota el temporal y hasta el buque más moderno es juguete de las olas, las plegarias a la Virgen del Carmen, patrona de marinos, pescadores y hombres de mar, se elevan hasta el infinito allende nubes y borrascas. Y la oración del piloto invoca la protección y feliz vuelta a casa del bergantín a su timón encomendado, con las plegarias de sus familias, en especial sus madres, impetrando al Creador el regreso de sus marinos.

Honra a los muertos en el mar, evoco con tristeza, en las misiones de la fragata Numancia en el océano Índico, o en el mar de Libia en la fragata Navarra, cuando la dotación, hasta los agnósticos, bendijimos a aquellos que duermen encadenados por redes de algas, corales y sargazos en el frío seno oceánico. Súplica, cantada cada ocaso por marinería y mandos, al Señor de la calma y de la tempestad para que disponga mar y viento al servicio del marino que invoca su protección divina. O en mi primer Elcano, hace ya varios años, funeral en las tierras patagónicas chilenas en los restos de lo que fue una desgraciada colonia de españoles del siglo XVI, fallecidos por las enfermedades, el abandono burocrático y asistencial de la patria y la falta de alimentos en Punta del Hambre.

Hay otras tradiciones y devociones en nuestros barcos. Pero, como ejemplo de las citadas, en la periferia sin fronteras de los océanos, nuestros militares son un modelo de virtud y de valores espirituales, culturales y marinos en nuestra Armada española, ejemplo de conocimiento científico de la naturaleza, valor guerrero y fe en Dios. A nuestra Armada española del Reino de España, con una oración por los héroes que nos precedieron, honor y gloria en estas líneas.