La pastoral vocacional no trata de «buscar nuevos socios para un club» - Alfa y Omega

La pastoral vocacional no trata de «buscar nuevos socios para un club»

Francisco lamentó el jueves, en un encuentro con los participantes en el Congreso de los Centros nacionales para las vocaciones de las Iglesias de Europa, que muchas veces la mundanidad que se vive en las comunidades religiosas sea un obstáculo para la pastoral vocacional

Redacción
Foto: CNS

«El trabajo por las vocaciones, no debe ser, no es proselitismo». Fueron las primeras palabras, improvisadas, que el Papa dirigió a los participantes en el Congreso de los Centros nacionales para las vocaciones de las Iglesias de Europa, a los que recibió en audiencia el jueves.

El Santo Padre aludió a las palabras del Papa Benedicto XVI de que «el crecimiento de la Iglesia es por atracción, no por proselitismo». Por lo tanto, no se trata de «buscar nuevos socios para un club».

Por el contrario —continuó después de entregar a los asistentes el discurso escrito—, la elección de la propia vocación, también como laico, «debe venir del diálogo con el Señor. El Señor me inspira a avanzar en la vida de esta manera». Quienes acompañan a los jóvenes deben, sobre todo, ayudar y fomentar ese diálogo.

Esta tarea es todo un desafío, porque los jóvenes tienen «un lenguaje pobre de comunión. Ellos saben mucho de contactos, pero no comunican». Hay que conocer su forma de expresarse, su necesidad constante de conexión, apuntó Francisco; pero también «enseñarles que está bien tener contactos, pero que eso es un lenguaje gaseoso. El verdadero lenguaje es comunicar», y enseñárselo a los jóvenes «es un trabajo de filigrana, para hacer paso a paso».

Otras actitudes necesarias en el acompañamiento vocacional a los jóvenes, según las palabras del Papa, son la paciencia, la capacidad de escucha, y «rejuvenecerse, es decir, ponerse en movimiento con ellos» sin cansarse y sin preconceptos o «imposiciones puramente doctrinales» que apuntan directamente a lo que deben hacer.

Mentalidad mundana

El mensaje que Francisco había preparado para esta cita, en la que también participó el obispo auxiliar de Madrid monseñor Jesús Vidal, apuntaba a otras cuestiones importantes, pero tal vez más referidas a cómo trabajar la pastoral vocacional en el ámbito de las comunidades religiosas. En este sentido, lamentó que la «lógica mundana» impregne «a menudo» las órdenes religiosas, las comunidades y las familias, algo que provoca división.

Para el Papa, esa cultura «mundana» pertenece a algunos rasgos de la cultura actual. Así recordó que «la dolorosa historia política de Europa es una advertencia y un estímulo».

Por ello instó a los participantes a comportarse «verdaderamente como comunidades abiertas, vivas e inclusivas». Y les pidió que se ponga en práctica un ministerio pastoral que «solo puede ser más sinodal» si se vive «más la filiación y la fraternidad», fomentando «la estima mutua» y valorando «la riqueza de cada uno».

Hay que hablar de vocación

En otro punto, Francisco criticó que a veces se ha eliminado la palabra «vocación» del «vocabulario de la fe» en las propuestas a los jóvenes. Esto «es mutilar el léxico corriendo el riesgo, tarde o temprano, de dejar de entenderse». Por ello, instó a los responsables de pastoral vocacional a no tener miedo de «aceptar el desafío de volver a proclamar la vocación a la vida consagrada y al ministerio ordenado. ¡La Iglesia lo necesita!».

Por último, subrayó que en la Iglesia «necesitamos hombres y mujeres, laicos y consagrados apasionados». Solo así surgirán «más vocaciones».