Cumbre española de abusos: «Las víctimas son parte de nosotros. No hay futuro ni memoria sin ellas»
CONFER, Escuelas Católicas y la Conferencia Episcopal organizan una jornada sobre abusos de poder, conciencia y sexuales con la presencia de una víctima y varios expertos en acompañamiento
Este miércoles se ha celebrado en Madrid una jornada sobre abusos de poder, conciencia y sexuales organizada por CONFER, Escuelas Católicas y la Conferencia Episcopal, un encuentro inédito en el que las principales instituciones de Iglesia en nuestro país han mostrado su voluntad de trabajar juntas para afrontar los casos de abusos y ahondar en la prevención. Y en este sentido durante todo el día se ha hablado mucho de las víctimas.
De hecho, tras los saludos protocolarios, la primera persona que tomo la palabra fue una víctima, Juan Carlos González, de la Asociación Garaitza: «La institución no sabe qué hacer con el dolor de la víctima, la sociedad tampoco. La herida sangra y cualquier detalle nos duele. Nos duele que se nos catalogue como presuntas víctimas. Es el momento de limpiar la Iglesia, así que no hablemos de la casa de los otros».
Insistió en la necesidad que tienen las víctimas de que se conozca la verdad y de que las distintas instituciones de Iglesia pongan a los agresores en mano de las autoridades, aunque reconoció que no es suficiente. «Es imposible que nada nos resarza plenamente», concluyó.
Durante el día, se presentaron varias experiencias como la de Betania, a cargo de su secretaria general, la vedruna Covadonga Orejas. «El mensaje es: estamos aquí para vosotros. La palabra acompañamiento es clave. Apoyamos a quienes quiera informar y denunciar». Por su parte, el presidente de Escuelas Católicas, el salesiano Juan Carlos Pérez Godoy, agregó que no quieren que «el tiempo se convierta en una excusa para no afrontar algo de lo que todos nos sentimos responsables». Y continuó: «La resolución que podamos dar a las víctimas es el compromiso por una conversión personal y colectiva y la humildad de aprender, escuchar y asistir a los más vulnerables. Nuestro objetivo es el objetivo de la Iglesia, de la que nos sentimos parte. Quisiéramos poder pedir perdón una a una, a cada víctima. Mirándolas a los ojos. Reiteramos nuestra firme disposición para reparar el mal causado».
«Hemos hecho sufrir a la Iglesia y a la sociedad»
Especialmente interesante fue la exposición de los responsables de comunicación tanto a nivel nacional como internacional del Regnum Christi, Amalia Casado y Aaron Smith, que sufrieron uno de los casos más conocidos y mediáticos. «Hemos hecho sufrir a la Iglesia y a la sociedad. No hemos sabido cómo tratar a las víctimas. Tiene que producirse un cambio de mentalidad», dijo Smith.
Ambos reconocieron que durante años ignoraron a las víctimas y que, por tanto, su comunicación no estaba basada en la verdad: «Las víctimas son parte de nosotros. No podemos desprendernos de ellas como si fueran prescindibles. No hay futuro para la institución sin ellas, y no hay memoria de la institución sin su memoria».
También intervino Luis Alfonso Zamorano, miembro de la Fraternidad Verbum Dei y acompañante de víctimas de abusos, que recordó que las víctimas necesitan sentirse abrazadas por la Iglesia: «Le será muy difícil sanar si seguimos protegiendo al abusador. No hay sanación posible mientras la persona acusada siga campando a sus anchas, o con castigos que mucha gente ni entiende».
La sesión la cerró el secretario general de la Conferencia Episcopal Española y obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello, que explicó el decreto presentado ante la Santa Sede. «Hay una principal llamada que en el caminar juntos habríamos de hacer. La misericordia engloba verdad, justicia y perdón. Hacemos un llamamiento para caminar juntos. Camino de prevención, con las víctimas, formativos. Hay que poner sobre la mesa lo mucho que ya hay y desde ahí aprender juntos».