El cuidado de la familia - Alfa y Omega

El cuidado de la familia

Manuel María Bru Alonso

Dos sínodos y una exhortación postsinodal (Amoris laetitia) marcan la impronta pastoral del Papa sobre la familia, en clave de renovación o, digámoslo sin ambages, de conversión pastoral. La conversión de una Iglesia que no quiere cuidar solo de la familia «sin problemas» (que en realidad no existe), la mal llamada familia católica de toda la vida. Sino que quiere cuidar de todas las familias, con todas sus dificultades y problemas, acompañadas por la Iglesia en su proceso existencial, y no estereotipadas y menos aún juzgadas por ella.

22 años de obispo, de los cuales los últimos cinco como pastor de una porción compleja y cosmopolita de la Iglesia, como es la que peregrina en Madrid, el cardenal Carlos Osoro, igual que el Papa, tiene claro que la atención pastoral prioritaria y transversal de todas las demás atenciones es la pastoral de la familia, y también como Francisco, de todas las familias. Y expresión no solo de esta atención pastoral prioritaria, sino de la conversión pastoral que surge del desafío de la familia a la Iglesia, es este libro, que sintetiza anhelos, urgencias, inquietudes, ideas, sueños y propuestas de un pastor que quiere acoger, integrar, abrazar y acompañar a las familias. Y nos ofrece la letra y la música de una pastoral familiar proactiva, no reactiva, no socialmente recriminatoria, sino socialmente propositiva.

Empieza con un primer capítulo sobre la familia cristiana, Iglesia doméstica, consciente de haber recibido la misión de Jesús, una familia donde desarrollarse el discipulado de Jesús y el envío de Jesús a transformar el mundo. En el segundo mira a la Iglesia entera atravesada por las familias, que la ayudan a ser Iglesia de Cristo, es decir, Iglesia abierta a toda la familia humana, llamada a hacer del mundo la gran familia de Dios. En el tercer capítulo se nos descubre cómo la esperanza del mundo, de un mundo que aún es posible, está en la mirada de Dios sobre la familia. En el cuarto, se nos muestra el misterio humano-divino de la familia, llamada a ser luz, hogar, regalo, escuela de comunión y de amor. En el quinto y último capítulo el arzobispo de Madrid nos ofrece de las bienaventuranzas de la familia en los tiempos en los que nos ha tocado vivir.

En definitiva, todo el libro es un canto a la familia, no a la familia perfecta, sino al secreto que toda familia guarda en su interior: ser una fuente de perdón y un embrión de la fraternidad universal. El autor utiliza también cuestionarios interactivos para la reflexión personal y comunitaria, y recurre a sus dibujos, porque el cardenal Osoro, cuando evangeliza, a veces une a sus gestos y palabras partituras e ilustraciones con las que recrea el ardor misionero de su corazón de apóstol.

Sirven de síntesis estas palabras del autor: «Cuando al ser humano le faltan cauces para vivir esta realidad del arraigo afectivo, queda indefenso a merced de situaciones que, a la larga, producen heridas tremendas para sí mismo y para los demás. En este sentido la familia cristiana está llamada a ser el primer testigo de lo que es el arraigo afectivo que toda persona necesita para crecer y desarrollarse como tal. La familia cristiana tiene que ser un argumento vivo, en medio de esta cultura, de que es posible el amor verdadero».

La familia, Iglesia doméstica. Una propuesta pastoral
Autor:

Cardenal Carlos Osoro Sierra

Editorial:

PPC