Francisco: «Hay un abismo entre la beneficencia y la solidaridad cristiana» - Alfa y Omega

Francisco: «Hay un abismo entre la beneficencia y la solidaridad cristiana»

En el centenario del nacimiento de Eva Perón, el Papa se declara «emocionado» por el perfil cristiano que traza de la histórica líder peronista su confesor, el jesuita Hernán Benítez

Redacción

La anécdota la cuenta el presidente de la fundación argentina contra la trata La Alameda, Gustavo Vera, amigo del Papa.

El 7 de mayo se cumplió el centenario del nacimiento de Eva María Duarte, conocida como Eva Perón, y Vera reproduce en su blog un fragmento de las memorias de su confesor, junto a la reacción de Francisco al conocer este episodio.

Para Eva Perón —escribía Benítez—, el cristianismo «no era un sermón, ni una hostia, era mucho más, era sentir el dolor de los desamparado». Y por ello —añade—, «ella era más cristiana que yo».

Para ilustrarlo, Benítez comenta que acompañaba a Eva Perón a llevar medicamentos en invierno a personas enfermas en las periferias de Buenos Aires. «En una cama, un señor jadeaba con dificultad y en su rostro se veían llagas profundas, purulentas —relata—. Ella entraba, saludaba a todos, dejaba los medicamentos en una mesa y luego se acercaba al hombre para darle una palabra de aliento y le besaba la cara. Y yo, pastor de Cristo, que había estudiado el Evangelio en el colegio Máximo de Devoto; yo, que había dado no sé cuántas misas y había predicado en la catedral, daba un paso atrás; yo, sacerdote, imagínese… Ella salía y me retaba. Era terrible. “Pero Padre. Usted se cree que vinimos nada más que a traer medicamentos como hacían las oligarcas de la Sociedad de Beneficencia. Vinimos a traer solidaridad, a que este hombre se sienta uno como nosotros, un argentino por el cual otros argentinos se preocupan y sufren por su estado y quieren fervientemente que se sane. No va a decir que no lo entiende, Padre…”».

La ternura marca la diferencia

«Me emocionó el relato del padre Benítez», fue la reacción del Papa Francisco al conocer esta historia, según Gustavo Vera.

«Hay un abismo entre el “hacer beneficencia” y expresar la solidaridad cristiana, y ese abismo se resuelve con ternura», añade el Pontífice.

«Este mundo virtual, lleno de opinólogos, magnificó la distancia, anuló la cercanía y perdió la capacidad de acariciar; ya se olvidó de la ternura», concluye el Papa.