Los obispos muestran sus condolencias por el fallecimiento de Alfredo Pérez Rubalcaba - Alfa y Omega

Los obispos muestran sus condolencias por el fallecimiento de Alfredo Pérez Rubalcaba

En un debate con el cardenal Cañizares, el exdirigente socialista calificó los conciertos educativos como «el desarrollo exacto de la Constitución», pese a reconocer que «no es un tema tranquilo en la izquierda política»

Ricardo Benjumea
El cardenal Antonio Cañizares junto al socialista Alfredo Pérez Rubalcaba. Foto: De San Bernardo

El secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal ha ofrecido las «condolencias» de los obispos a «la familia de D. Alfredo Pérez Rubalcaba y al PSOE junto con nuestra oración por su eterno descanso», poco después de conocerse su fallecimiento este viernes a los 67 años.

Así podía leerse en un mensaje publicado en Twitter por Luis Argüello, en el destacaba la «cercanía, sagacidad y respeto» del ex secretario general socialista, unas cualidades que, según asegura, pudieron experimentar en el Congreso «Iglesia y sociedad democrática», celebrado en octubre, que organizado por la Fundación Pablo VI con la colaboración de la Conferencia Episcopal (CEE), reunió a diversas personalidades eclesiásticas con políticos de la Transición.

Uno de los momentos fuertes de esas jornadas fue el debate entre Alfredo Pérez Rubalcaba con el cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia, sobre las relaciones entre los obispos y los gobiernos socialistas en torno a la política educativa.

Antes incluso de convertirse en ministro de Educación, el político socialista trabajó en los gobiernos de Felipe González desde 1982 en diversos aspectos relacionados con la enseñanza, y se le considera uno de los “padres” del sistema de conciertos educativos pactados con la Iglesia.

Rucalcaba y Cañizares coincidieron en que en España sí existe un gran pacto educativo: el artículo 27 de la Constitución, que reconoce tanto el derecho universal a la educación como la libertad de elección de los padres, responsables entre otras de decidir «la formación religiosa y moral» que quieren para sus hijos.

«Yo defiendo el estado laico, pero eso no significa que la sociedad sea laica», afirmó el que fuera secretario general de los socialistas, vicepresidente con Rodríguez Zapatero y ministro de Educación y de Presidencia con Felipe González.

«Creo que los conciertos son el desarrollo exacto de la Constitución», abundó Rubalcaba, quien pese a reconocer que, efectivamente, «este no es un tema tranquilo en la izquierda política», se declaró un «gran defensor de este modelo».

Claro que no todo fueron acuerdos. «Tuvimos grandes debates, noches en la Moncloa sin llegar a acuerdos», recordó el expolítico. «El diálogo no siempre ha sido fácil, pero siempre ha sido bastante productivo», dijo.

«He tenido buena relación con la Iglesia: con la Conferencia Episcopal, con la FERE, con María Rosa de la Cierva (religiosa que fue miembro del Consejo Escolar del Estado y secretaria de la Provincia Eclesiástica de Madrid…)». Todo ello gracias a que «compartíamos una aproximación ética» a la cuestión educativa, frente a «otras visiones de carácter tecnocrático».

Desde el entorno del grupo Cristianos Socialistas, se recuerda a Rubalcaba como una persona que les apoyó activamente. Y se destaca que, pese a su condición de no creyente, fue siempre un hombre «profundamente respetuoso» con el hecho religioso, hasta el punto que tenía a gala su condición de exalumno de un colegio católico (El Pilar de Madrid, de los marianistas).