Scicluna: «Si los obispos hacen el mal, deben ser denunciados» - Alfa y Omega

Scicluna: «Si los obispos hacen el mal, deben ser denunciados»

Por primera vez una ley eclesiástica de aplicación universal establece la obligatoriedad de colaborar con las autoridades civiles, resalta el arzobispo Charles Scicluna al presentar el motu proprio Vos estis lux mundi

Ricardo Benjumea

«Los obispos no están por encima de la ley y, si hacen el mal, deben ser denunciados, deben ser sometidos a los procedimientos [judiciales] como todos los demás». El arzobispo maltés Charles Scicluna, secretario adjunto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y uno de los máximos exponentes en la Iglesia en la lucha contra los abusos sexuales, valoraba así el nuevo motu proprio Vos estis lux mundi, en la presentación organizada por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

El nuevo documento, a su juicio, lanza «una señal muy fuerte» de determinación contra los abusos y su encubrimiento y establece procedimientos y plazos muy claros que deben seguir los obispos al conducir las investigaciones.

Se impone a sacerdotes y religiosos la obligación de denunciar los casos que lleguen a su conocimiento. Al mismo tiempo, las diócesis tendrán que implementar cauces para que cualquier persona pueda presentar esas denuncias, que podrán remitirse directamente a la Santa Sede «cuando la jerarquía no esté a la altura». Con ello, «se empodera a las comunidades»,

Novedoso, a juicio de Scicluna, es que estas normas implican reformas estructurales, en el sentido de que el motu proprio establece que deben traducirse en nuevos organismos para la investigación de estos casos con «autonomía financiera». Además, en el artículo 19, se establece la obligatoriedad de colaborar con la justicia civil, algo que ya contemplaba la circular de Doctrina de la Fe de 2011, pero que «por primea vez aparece en una ley universal de la Iglesia».

Por primera vez también se facilita «una definición de “persona vulnerable”». Y se explicita la obligación de «acogimiento [a las víctimas], escucha, acompañamiento, asistencia espiritual, asistencia médica, tratamiento psicológico…».

Se refuerza el papel de las conferencias episcopales

Junto al arzobispo Charles Scicluna, intervino en la presentación el español Juan Ignacio Arrieta, secretario del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, quien subrayó que el nuevo motu proprio es «un texto de naturaleza procedimental, no introduce penas canónicas», ni procedimientos para asegurar que se aplican efectivamente.

Novedoso a su juicio es el reforzamiento del papel de las conferencias episcopales, que permitirán que «esta norma sea declinada en los diversos lugares según las necesidades culturales, legales…» de cada lugar.

En lo que respecta al enjuiciamiento de obispos en causas penales, respetando que esta es potestad exclusiva del Papa, se introducen mecanismos para que las investigaciones sean eficaces, ya sea recurriendo a las nunciaturas o a los arzobispos metropolitanos, cuyo papel queda reforzado también por el motu proprio.