El Papa, a los católicos búlgaros: «No tengáis miedo de ser los santos de esta tierra» - Alfa y Omega

El Papa, a los católicos búlgaros: «No tengáis miedo de ser los santos de esta tierra»

El Papa se encontró con parte de la minoría católica del país, pues solo representan el 1 % de la población. Este lunes visita la localidad de Rakovski, donde 242 niños recibirán la Primera Comunión

Redacción
Foto: Vatican Media

El Papa Francisco celebró este domingo una Misa en la plaza Knyaz Alexandar de Sofía en un país donde solo hay 68.000 católicos, que representan menos del 1 % de la población búlgara, y en la que los animó «a ser los santos» de este país.

En esta céntrica plaza de la capital búlgara, se concentraron cerca de 12.000 personas, según los organizadores, mientras que por la mañana en el rezo de Regina Coeli a la salida de la catedral Alexander Nevsky acudieron cerca 3.000.

«No tengáis miedo de ser los santos que esta tierra necesita, una santidad que no os quitará fuerza, vida o alegría, sino más bien todo lo contrario porque vosotros y los hijos de esta tierra llegareis a ser lo que el Padre soñó cuando os creó», dijo Francisco en la homilía.

La homilía estuvo marcada fundamentalmente por la alegría de la Resurrección, que marca la vida de sus discípulos. Porque, añadió, «Dios llama, Dios sorprende, Dios llama». En este sentido, alertó contra «psicología del sepulcro», que definió como la nostalgia del pasado o el querer recuperar algo que se había querido rezar. «Esto tiñe todo de resignación haciendo que nos apeguemos a una tristeza dulzona que, como polilla, corroe toda esperanza».

En esta realidad, afirmó Francisco, es en la que aparece Jesús para encontrarse con las personas y para sorprenderlas. «Jesús es el Señor de las sorpresas que rompe los encierros paralizantes, devolviendo la audacia capaz de superar la sospecha, la desconfianza y el temor que se esconden detrás del siempre se hizo así», añadió.

El pontífice llegó en papamóvil a la plaza, donde le esperaban los católicos ondeando banderas del Vaticano y de Bulgaria. Al bajar del vehículo, Francisco se dirigió al lugar donde se encontraba un grupo de monjas ancianas en silla de ruedas, unas hermanas carmelitas de más de 90 años que vivieron durante los duros años del régimen comunista. Francisco las acarició y las bendijo y pidió a las acompañantes que rezaran por él.

Durante su homilía, animó a los asistentes a ser «luchadores por el bien común, servidores de los pobres, protagonistas de la revolución de la caridad y del servicio, capaces de resistir las patologías del individualismo consumista y superficial».

Francisco ha viajado a Bulgaria para relanzar el diálogo con los ortodoxos, pero también, como hace en los países no católicos, mostrar su cercanía a esta comunidad.

Este lunes viajará a la localidad de Rakovski, de mayoría católica, donde celebrará una misa en la que recibirán la primera comunión 242 niños. En diciembre pasado, el país iba a aprobar una estricta ley de cultos, pero que finalmente tuvo que ser modificada tras las protestas de las minorías religiosas, ya que con la versión inicial se les prohibía las financiaciones desde el extranjero, entre otras limitaciones. La Iglesia católica no recibe subsidios estatales, al representar menos del 1 % de la población.

Efe / Redacción