18 de noviembre, Día de la Iglesia Diocesana. La Iglesia responde ante la crisis
El papel de la Iglesia ante la crisis se resume en cuatro ámbitos: «Acompaña a los que sufren, ofrece esperanza en medio del drama, aporta ayuda material y económica a los más necesitados y propone valores indispensables para salir de esta difícil situación». Así lo afirma don Fernando Giménez Barriocanal, vicesecretario para Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española, en vísperas de un día para recordar que todos somos arte y parte de la Iglesia, que necesita nuestra colaboración para seguir siendo luz entre las tinieblas
La Iglesia responde ante el reto de la crisis. Lo hace a través del acompañamiento a las personas que más lo necesitan, explica don Fernando Giménez Barriocanal, vicesecretario para Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española: «La Iglesia acompaña en el sufrimiento a los que peor lo están pasando y más necesidad tienen de ser escuchados, comprendidos y consolados». Y eso no es todo: «También ofrece un alud de esperanza en medio de una situación como la que estamos viviendo. El Evangelio es la gran alternativa para que, aun con los problemas de la vida, se muestre que se puede ser feliz», añade el Vicesecretario.
El papel de la Iglesia ante la crisis en España también pasa por «la ayuda material que presta. Las 8.000 Cáritas parroquiales dan cada día testimonio del esfuerzo de la Iglesia por acompañar en la parte más material, que va desde dar de comer o proveer a las familias de los alimentos básicos, hasta repartir ropa de abrigo u ofrecer ayuda económica concreta para pagar facturas», afirma Barriocanal.
Ante los desahucios
Este último aspecto es uno de los más acusados el pasado año y en lo que llevamos de 2012. En particular, muchas iniciativas que han surgido en el ámbito eclesial van destinadas a paliar las necesidades, cada vez mayores, de familias en materia de vivienda. «Junto a las cuestiones de carácter más ejecutivo, y de instar a las administraciones públicas a que se busquen soluciones para que los más desfavorecidos tengan derecho a una vivienda donde desarrollar su vida, la Iglesia propone alternativas de ayuda y ofrece un mensaje que va más allá de lo material. Uno puede ser muy feliz cuando tiene muchas cosas, pero el mundo no se acaba cuando uno tiene momentos de debilidad», expone el señor Barriocanal.
Por eso, es importante «destacar el papel de la familia —que tiene mucho que ver con la Iglesia en España—, de la comunidad cristiana, y de la importancia de la comunicación de bienes para paliar, en parte, ese gran problema. Se está demostrando cómo son las propias familias —padres, abuelos, tíos…— los que ayudan, precisamente, a que los afectados no tengan que quedarse sin nada».
Estos tres puntos se complementan, finalmente, con «la gran aportación educativa de la Iglesia a la sociedad: propone valores indispensables con los que salir, si realmente queremos, de la crisis: el valor de la generosidad, la gratuidad, la familia, la vida, la solidaridad y la honradez; todos ellos basados en el Evangelio».
Día de la Iglesia Diocesana
Pero todo esto no se sostiene solo: la Iglesia necesita la oración, colaboración y aportación económica de sus fieles. El Día de la Iglesia diocesana, por tanto, es «un día para que los católicos españoles tomemos conciencia de que pertenecemos a la Iglesia», una Iglesia que ayuda «no sólo individualmente a las personas, sino que contribuye a crear una sociedad mejor», asegura don Juan José Beltrán, director del Secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia.
Concretamente este año, el lema Ayuda a tu parroquia, ganamos todos pone la mirada sobre la parroquia, el lugar más cercano a los fieles, al que acuden «para encontrar la esperanza, la fe en Cristo y la ayuda ante la necesidad», añade Beltrán.