Justo reconocimiento al cardenal Rouco - Alfa y Omega

Justo reconocimiento al cardenal Rouco

Redacción

La palabra gracias no es muy frecuente en la vida pública española, y menos cuando se trata de reconocer méritos a una gran personalidad eclesial. Eso da mayor valor a la entrega de la Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid al cardenal Antonio María Rouco. «Durante 20 años, Madrid ha tenido el privilegio de tener como arzobispo» a un hombre de gran «talla intelectual y moral», que, desde la preocupación por el bien común, se ha volcado en «servir a todos los madrileños, independientemente de cuáles fueran sus creencias», dijo el Presidente regional, Ignacio González, en el acto institucional, celebrado el 2 de mayo, Día de la Comunidad de Madrid. Se trata de un justo reconocimiento a quien «ha dirigido con acierto la diócesis de Madrid y la comunidad católica de España» en estas dos décadas. Es un reconocimiento a su persona, pero también a la extensa red de parroquias, centros de Cáritas y obras educativas que el cardenal representa, y que aportan grandes beneficios para toda la sociedad madrileña en su conjunto. En Madrid, como en el resto de España o en cualquier parte del mundo, la Iglesia presta un gran servicio a todos cuando celebra y educa en la fe, cuando asiste a los más pobres y también cuando libra -a menudo en solitario- ingratas batallas a favor de la dignidad humana. Bienvenido sea que, por una vez, esta labor sea públicamente reconocida.