Obispos de Estados Unidos y México rezan juntos por los migrantes fallecidos en el desierto - Alfa y Omega

Obispos de Estados Unidos y México rezan juntos por los migrantes fallecidos en el desierto

Los obispos de EE. UU. y México han rezado juntos por los migrantes fallecidos en ruta hacia el sueño americano frente al muro que separa sus países. «La fe construye puentes y no muros», afirman

Redacción
Foto: CNS/David Agren

Un grito que pide misericordia en el desierto. Así se resume la ceremonia interreligiosa que se ha celebrado ante el muro fronterizo entre México y Estados Unidos. Ese grito que pronunciaron, entre otros los obispos de México y EE. UU., tiene como motivo la denuncia. Los prelados y miembros de organizaciones católicas rezaron frente al muro por todos los inmigrantes que intentan cruzar.

Esa acción pone de manifiesto las pretensiones de la reunión de emergencia que los prelados de ambos países mantuvieron del 25 al 27 de febrero, después de que el presidente Donald Trump decretara de forma polémica la emergencia nacional para construir un muro. Frente a las alambradas, los obispos han clamado que «la fe construye puentes y no muros».

Los objetivos de este encuentro han sido la búsqueda de estrategias conjuntas para mejorar la acogida a los inmigrantes y combatir el estigma social que sufren.

La ceremonia fue de carácter interreligioso y contó con la presencia de Robert Stark, de la sección de migrantes y refugiados del Dicasterio vaticano para el Desarrollo Humano Integral. «Nuestra fe dice que debemos construir puentes y no muros, esta es nuestra misión», dijo Stark.

Sangre derramada en el desierto

El obispo de la diócesis de El Paso, invitó a los participantes a mirar al lugar donde se celebraba el acto: al desierto. Monseñor Seitz aseguró que el desierto habla, «porque sobre esta tierra se ha derramado la sangre de muchos de los que intentaron cruzarlo para encontrar una vida digna». Además, añadió que «podemos escuchar el grito de la tierra que dice que nuestras políticas tienen consecuencias».

El episcopado mexicano pidió oración para evitar «otras muertes». Muertes con nombre y apellidos. En concreto, el obispo habló de Jakelin y Felipe, dos niños guatemaltecos que murieron al cruzar el desierto mientras estaban bajo la custodia de la patrulla fronteriza. Incluso, mostró fotografías de los pequeños para denunciar nuevamente que «no podemos permitir más tragedias como estas. No se deberían repetir».

Sobre la acogida tomó la palabra el padre Bill Morton. El destino de sus palabras fueron las dos naciones, México y Estados Unidos, para pedir acogida para 1.500 personas que estaban en Juárez, México, y para otras tantas, otras 670 que habían llegado a El Paso en el día de ayer.

Pablo Valentín-Gamazo. Cope.es / Redacción