El Papa a los Guardias Suizos: «O en el ejército de Cristo, o en el de Satanás» - Alfa y Omega

El Papa a los Guardias Suizos: «O en el ejército de Cristo, o en el de Satanás»

El mundo es comparable a una batalla con «dos campos militares, uno con el estandarte de Cristo y el otro con el estandarte de Satanás», les ha dicho el Papa a 32 nuevos reclutas de la Guardia Suiza, citándoles a san Ignacio de Loyola

RV

El Papa ha recibido este lunes a 32 nuevos reclutas que el próximo 6 de mayo prestarán juramento en la Guardia Suiza y ha expresado su reconocimiento por la ardua tarea que desempeña este Cuerpo. Francisco les ha hablado de san Ignacio de Loyola, el fundador de la Compañía de Jesús, que antes de descubrir su vocación religiosa, esperaba hacer carrera milibar.

Citando los Ejercicios Espirituales de san Ignacio, cuando habla de la «llamada del Rey», el Pontífice ha recordado que Cristo para edificar su Reino busca la ayuda de los hombres y «tiene necesidad de personas decididas y valientes». «Al mismo tiempo –ha proseguido el Papa– Ignacio compara el mundo a dos campos militares, uno con el estandarte de Cristo y el otro con el estandarte de Satanás. Hay sólo dos campos. Para el cristiano la elección es clara: él sigue el estandarte de Cristo». «Cristo es el verdadero Rey. Él mismo va adelante y sus amigos lo siguen. Un soldado de Cristo participa en la vida de su Señor. Ésta es también la llamada que toca a ustedes: asumir las preocupaciones de Cristo, ser sus compañeros. Así ustedes aprenden día a día a sentir con Cristo y con la Iglesia. Un Guardia Suizo es una persona que verdaderamente busca seguir al Señor Jesús y que ama en modo particular a la Iglesia, es un cristiano con una fe genuina».

El obispo de Roma ha recordado también que, como todo cristiano, todo esto se puede vivir «gracias a los Sacramentos de la Iglesia: con la participación asidua en la Misa y en la Confesión frecuente» y «leyendo cotidianamente el Evangelio». Y los ha invitado también a ellos «a tener siempre a mano un pequeño Evangelio, para leerlo apenas tengan un momento de tranquilidad». Los ayuda también su oración personal –ha recordado– especialmente el Rosario, durante los «piquetes de honor». «Y los ayuda el servicio a los más pobres, a los enfermos, a aquellos que tienen necesidad de una buena palabra». «De este modo –ha continuado– cuando se encuentren con la gente, los peregrinos, transmitan con su gentileza y competencia este amor más grande que viene de la amistad con Cristo. En efecto, ¡ustedes Guardias Suizos son un rostro de la Santa Sede! Les agradezco por esto».

Dirigiéndose a los Guardias y a sus familiares, Francisco ha aludido a la historia de los Guardias Suizos, que combatieron durante el Saco de Roma y dieron su vida en defensa del Papa. Durante siglos, las generaciones sucesivas han seguido esa misma llamada. «Sé que su servicio es arduo», les ha asegurado el Papa, quien les ha expresado «su gran aprecio» por la tarea que realizan por la Iglesia, por él como Sucesor de Pedro y por sus oraciones».