La forma católica

Pensar sacramentalmente no es sólo un forma de pensar la esencia del cristianismo y de establecer los límites entre el catolicismo y el protestantismo. La pregunta por la esencia de la fe cristiana sólo se planteó expresamente cuando su determinación se hizo objeto de controversia. Mientras el protestantismo sostiene la acción exclusiva e inmediata de Dios (pneumática); en el catolicismo, el actuar de la alianza de Dios con el hombre se realiza por la mediación sacramental. En este sentido, la teología protestante más reciente se ha alejado cada vez más de la forma de pensar sacramental de la tradición católica. Pensar sacramentalmente es una forma de vida. El catolicismo depende fundamentalmente de la sacramentalidad. Por tanto, cuando se menoscaba esa sacramentalidad, se está menoscabando la esencia del catolicismo.

La centralidad sacramental del catolicismo es, por un lado, identificación y, por otro, distinción entre el plano del significado con el del significante. En este sentido, la siguiente afirmación de Joseph Ratzinger adquiere un valor singular: «No se piense que un recorte de la dimensión sacramental puede ayudar al hombre actual». Esta afirmación genérica se puede aplicar a cada una de las realidades sacramentales y, desde ahí, percibir cuáles son las consecuencias de la reducción o minusvaloración sacramental en la Iglesia. Esto es lo que hace este magnífico libro de teología dogmática de hondura. Pongamos por caso la Eucaristía. Si la calificamos sólo como convite de la comunidad, en la que el sacerdote es uno más y son los miembros de esa comunidad los que determinan su contenido, estamos trivializándola y borrando su dimensión sacramental.

La teología católica centroeuropea está viviendo un singular momento de esplendor a causa de una nueva generación de teólogos. Una teología que ha tenido el acicate de ofrecer una respuesta adecuada no sólo a la siempre interpeladora razón ecuménica, sino a los procesos internos por los que ha pasado la teología católica posterior al Concilio Vaticano II. Movimientos ambos con ineludibles interferencias. El profesor Karl-Heinz Menke, de la Universidad de Bonn, tal y como se refleja en este libro, tiene la capacidad para analizar, y en no menor medida deslegitimar, no pocas de las teologías en boga que no ofrecen una adecuada concepción sacramental de la fe católica. Un trabajo que, como demuestra a lo largo de estas páginas, realiza desde un profundo conocimiento del sustrato filosófico que subyace a esas teologías. Proceso que convierte este tratado en un libro sobre el estado de la teología dogmática en la época contemporánea. El autor de este texto demuestra, además, un profundo conocimiento de las fuentes patrísticas, un dato que se agradece a la hora de ofrecer las claves de una correcta hermenéutica sobre cuestiones, abordadas también, tales como la relación Cristo e Iglesia, Iglesia universal e Iglesia particular, Iglesia y Eucaristía, el fundamento del ministerio ordenado, el sacerdocio de la mujer, o la apostolicidad y el episcopado.