De acompañante a compañera - Alfa y Omega

Son las 9:05, salta un mensaje al teléfono: «Estoy libre estos días. Si necesitas algo de mí solo me tienes que mandar un mensaje». Es Chantal, lleva tiempo colaborando con nosotras, me ha acompañado en muchas ocasiones para hablar con las mujeres y a presentar el proyecto. Nos regaló su testimonio para un vídeo y una revista, y me ha dado su opinión en varias ocasiones sobre cómo intervenir en algunos momentos. Cuando su trabajo se lo permite viene por casa. Nadie mejor para saber qué pasa en el interior, qué miedos y desconfianzas se mueven y cómo transformarlos en herramientas resilientes para la vida. Lleva años fuera del recurso, y siente la necesidad y las ganas de formar parte del equipo porque, «al igual que a mí me habéis ayudado, quiero ayudar a otras mujeres que se encuentran en mi situación». Se ha planteado formarse para esta tarea.

Lo mismo le pasa a Elena, que ya durante su estancia en el proyecto mostró cualidades de mediadora con sus compañeras. Tenía sobre ellas un ascendiente que favorecía la convivencia y la regulación de conflictos. Capaz de dar sentido y explicar el proceso de recuperación cuando en los primeros momentos no se entiende o no se ve nada claro. De alentarnos cuando percibía dificultades.

He quedado con ellas para trabajar sobre una exposición fotográfica que estamos realizando desde el grupo Referentes de Trata de la Conferencia Episcopal. Les pasé el objetivo: «Dar a conocer los daños de la trata y el proceso de recuperación hasta llegar a una nueva etapa», los textos y las fotografías. En la reunión también estaban el fotógrafo y la responsable de la exposición. Chantal y Elena han recordado su paso por el proyecto, hemos comentado los textos y las fotografías, han desestimado algunas por no verlas pertinentes. Nos han dado también indicaciones sobre cómo hacer otras. Se han prestado a aparecer ellas, con la condición de que no se muestre su cara. Están trabajando y no les gustaría que las reconocieran.

Durante la comida, han salido temas variados: trabajo, viajes, costumbres… Nos hemos reído mucho. Al despedirnos, siento que he pasado de ser acompañante a compañera.