«Dios quiere que participemos de este amor» - Alfa y Omega

«Dios quiere que participemos de este amor»

El Camino Neocatecumenal cerró, el domingo pasado en Valencia, el ciclo de encuentros vocacionales que se han desarrollado durante las últimas semanas en toda España, con el objetivo de suscitar vocaciones misioneras para la evangelización de Asia. En el encuentro, participaron 35 mil personas, y mostraron su disposición a difundir el amor de Dios en ese continente 172 chicos, 200 chicas y 200 familias

Juan Ignacio Merino
Monseñor Osoro se dirige a los jóvenes en el encuentro de Valencia. A la derecha, Kiko Argüello. Foto: Alberto Sainz/AVAN

Cerca de 35 mil miembros del Camino Neocatecumenal se reunieron, el domingo pasado por la tarde, en el campo de fútbol de Mestalla para celebrar el último encuentro vocacional en tierras españolas, tras los pasados encuentros de Cádiz y Santiago de Compostela. En este encuentro, presidido por el arzobispo de Valencia, mostraron su disposición a la evangelización de Asia 172 chicos para ser sacerdotes, 200 chicas y 200 familias para la misión asiática.

Asistieron jóvenes de la zona este de España. Los grupos más numerosos fueron los de Valencia (6 mil) y Murcia (4 mil). También acudieron de Cataluña, Aragón y Albacete. Se desplazaron de Madrid otros miles de jóvenes, aunque muchos madrileños ya habían asistido al encuentro de Santiago. Y no sólo había españoles; también acudieron varios cientos desde Bélgica y Luxemburgo, así como cerca de 300 franceses y 5 mil italianos.

Eran las cinco y media de la tarde. La mitad del campo de fútbol valenciano estaba llena de chicos y chicas adolescentes, y de miles de familias con muchos niños que correteaban por el terreno de juego. Kiko Argüello y Carmen Hernández, acompañados por el padre Rino Rossi, responsable de la Domus Galilaeae, de Israel –el padre Mario Pezzi no pudo asistir–, mostraron su sorpresa al ver a tantos jóvenes reunidos para el encuentro.

Como ya es costumbre en estos encuentros, al inicio se realizó una procesión de entrada con la imagen de la Virgen de los Desamparados, portada por presbíteros de los seminarios Redemptoris Mater. Kiko Argüello apostilló: «La Virgen de los Desamparados, de los últimos de los pobres, está hoy con nosotros». En varias ocasiones, recalcó la importancia de la Virgen en la inspiración de este itinerario de fe católica.

Durante más de una hora, Kiko Argüello anunció el kerigma; es decir, predicó el mensaje salvífico de Cristo, y lo hizo con el kerigma que ha titulado de Los tres ángeles. Esta formulación del Evangelio la publicó, el año pasado, en un pequeño libro que –anunció– está produciendo en diversas partes del mundo la conversión de personas con un gran sufrimiento. Durante su intervención, Argüello profundizó en que el sufrimiento del hombre es haber pecado y no poder amar. «Dios le dijo a san Jerónimo: Quiero tus pecados, dame tus pecados. También os dice a vosotros: Dame tus pecados, no quiero tu dinero, ni tus buenas obras».

Dios -añadió- nos libera de la esclavitud del pecado y su amor es la única verdad. En uno de los momentos álgidos de la predicación, con la cruz de bronce en la mano, exhortó: «Dios quiere que participemos de este amor, y está dispuesto a que, con Él, yo ame así, suba a la cruz y me deje crucificar. Esto es lo único que a mí me satisface, porque es vivir en la verdad».

Escondido a los sabios

Este encuentro, centrado en la petición de vocaciones misioneras para la evangelización de Asia, estuvo enmarcado dentro de la celebración de la liturgia de la Palabra, presidida por el arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, acompañado del obispo de Castellón, monseñor Casimiro López Llorente, y del obispo de Ibiza, monseñor Vicente Juan Segura. Monseñor Osoro dirigió unas palabras de ánimo y de invitación a la escucha tras la proclamación del Evangelio, y parafraseando las palabras de Jesús a sus discípulos concluyó: «Te doy gracias, Padre, porque has escondido estas cosas a sabios y entendidos, pero se las has revelado a la gente sencilla, a los que se postran, a los que aceptan y sólo asimilan cuando el amor de Dios ocupa mi vida, y entrega su poder, entrega su amor y me da su misión y me da su ser. Escuchad».

La semana que viene, los iniciadores del Camino irán a diversas ciudades de Asia para realizar estos encuentros vocacionales. Visitarán países como Filipinas, Japón y Corea del Sur. Durante el encuentro, Kiko Argüello contó una anécdota del Papa Francisco, quien, durante una reunión con la Conferencia Episcopal Italiana, habló del futuro de Europa respecto a la familia: «En Europa, faltan niños, hijos, faltan chicos, pero gracias a Dios tenemos a los kikos». Argüello concluyó diciendo cómo el Santo Padre reconoce que los matrimonios del Camino han obedecido con seriedad a las palabras de la Iglesia respecto a la moral familiar.