Contamos contigo - Alfa y Omega

Contamos contigo

Contamos contigo es el lema con el que la Conferencia Episcopal Española presenta su Memoria justificativa de actividades 2012. De ella se desprenden datos, como que la Iglesia atendió a tres millones y medio de personas necesitadas, siguió sosteniendo su ingente patrimonio cultural para disfrute de todos y acompañó en la fe a los 10 millones de personas que asistieron a Misa al menos una vez a la semana. El Secretario de la CEE, don José María Gil Tamayo, confía en que esta transparencia anime a los benefactores y voluntarios a seguir «arrimando el hombro todos», para ser «una Iglesia samaritana» y misionera, como pide el Papa

Ricardo Benjumea
Un voluntario de Cáritas atiende a los ancianos

La transparencia le sienta bien a la Iglesia. La Conferencia Episcopal presentó, el lunes pasado, una nueva Memoria justificativa de actividades (referida al Ejercicio 2012), con nuevos datos y tablas estadísticas, avanzando un año más en la cantidad y precisión de la información suministrada. El grueso procede de las 70 diócesis españolas (incluida la castrense), aunque la pretensión es avanzar hacia una panorámica lo más completa posible sobre la presencia en España de la Iglesia. Se trata de una labor muy compleja, si se tiene en cuenta que, en la Iglesia en España, existen unas 40.000 entidades jurídicas distintas, entre parroquias, Órdenes religiosas, cofradías, asociaciones… Todo el material de la Memoria -por segundo año consecutivo, avalado por un informe de la auditoria internacional PwC– está disponible en la página web de la CEE, o en www.contamoscontigo.net. Se han editado también un millón de folletos, con un resumen de la Memoria, distribuidos estos días a través de los principales diarios nacionales.

«Durante siglos, en cada rincón de España, se ha celebrado la fe, se ha anunciado el Evangelio y se ha vivido la caridad, reconociendo por supuesto limitaciones y deficiencias», escribe monseñor Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid y Presidente de la CEE, en una breve introducción. «Esta triple actividad de la Iglesia -añade- se mantiene hasta nuestros días con un compromiso sincero y estable por el bien común de todos, creyentes o no creyentes. Con el servicio, que nos enseña Jesucristo, los cristianos tenemos la esperanza de contribuir a una sociedad más justa y más humana, que brota del Evangelio y que fructifica en tantos testimonios de entrega y amor a lo largo y ancho de nuestro país».

En la presentación de la Memoria, en el Palacio de Cibeles de Madrid, el Vicesecretario para Asuntos Económicos de la CEE, don Fernando Giménez Barriocanal, aludió, en primer lugar, al compromiso de transparencia con quienes, voluntariamente, marcan la casilla de la Iglesia en su Declaración de la Renta. En 2012, el 25 % de los ingresos procedieron de esta vía, unos 250 millones de euros en total. La Iglesia recibió este dinero gracias a que unos 9 millones de personas marcaron la X en su Declaración (casi un millón más que en 2006). La mayor parte de la cantidad recaudada por esa vía (casi 200 millones) se destinó al Fondo Común Interdiocesano. Ese dinero va a parar a una hucha común, que la CEE distribuye entre las diócesis en función de las necesidades de cada una. Aunque su peso relativo es pequeño en las diócesis con más recursos, puede llegar a suponer hasta el 70 % de los ingresos de una diócesis pequeña. Por esta vía, las diócesis más ricas ayudan a las más pobres a financiarse.

El Secretario General de la CEE y el Vicesecretario para Asuntos Económicos, en la presentación de la Memoria

El Secretario General de la CEE, el sacerdote José María Gil Tamayo, dio las gracias a todos aquellos que, creyentes o no, sostienen la labor de la Iglesia, bien a través de la Declaración de la Renta, o mediante donativos, colectas y suscripciones (de estas aportaciones voluntarias procede el 40 % de los ingresos de las diócesis). La transparencia es un deber hacia estos benefactores. Pero con esta Memoria, la Iglesia no se ha limitado a «rendir cuentas». Lo novedoso de la presentación celebrada el lunes es que, junto a los datos, se presentaron vídeos y testimonios que, en palabras de Gil Tamayo, son una impresionante puesta en escena para ayudar a «caer en la cuenta» del verdadero rostro de la Iglesia, tras la cual «hay gente de carne y hueso», no sólo números.

«Estamos para ayudar -añadió el portavoz de los obispos-, para ser esa Iglesia cercana, para ser ese hospital de campaña que nos dice el Papa Francisco. Hemos de arrimar el hombro todos» y ser «una Iglesia samaritana» y misionera.

La CEE se ha visto obligada a elegir entre el Que no sepa tu mano izquierda lo que ha hecho tu mano derecha, y el Que vean vuestras buenas obras y den gloria a nuestro Padre que está en el cielo. Si se ha optado por lo segundo -aclaró-, no ha sido para mostrar «lo buenos que somos», sino para trasladar a quienes sostienen la labor de la Iglesia: «Contamos contigo, contamos con vosotros», para «ayudar a la Iglesia» a llegar a cada vez más gente y seguir contribuyendo «al bien de nuestro país, de la Humanidad».

Algunos rostros

Luis Alfonso Tapia se marchó un verano con una ONG católica a Perú, y allí descubrió su vocación misionera. Hoy, es uno de los 13 mil misioneros españoles repartidos por el mundo (de ellos, algo más de 400 son familias). Es feliz, y no cambiaría su vida por nada en el mundo. «La selva es esto, el cemento. Aquello es el paraíso», aunque paraíso herido por el pecado original, matiza. Pero es «más fácil ser allí cristiano», donde hay una comunidad que «me reclama, me exige, me hace ver que mis problemas no son nada al lado de los suyos…».

¿Eres un héroe?, le preguntó la periodista de La2 Mari Ángeles Fernández, que presentó el acto en el Palacio de Cibeles, junto a Javi Nieves, de COPE. «Héroes son las madres solas que me encuentro que luchan por sacar adelante a sus hijos», respondió el sacerdote. «Nosotros lo que hacemos es tratar de florecer en el lugar donde Dios nos ha puesto; estar con la gente, alegrarnos y llorar con ellos… Lo importante no es hacer muchas cosas, sino estar, y preocuparme por la persona que tengo delante», con «hambre de pan y hambre de Dios». Algunos presentan a los misioneros como «los curas guays que van en chancletas y ayudan a los pobres… Eso es muy bonito, pero todos los que estamos allí hemos venido de acá, todos formamos parte de la misma Iglesia», que «nos sostiene y nos da vida», porque Dios ha querido «derramar su gracia en el mundo a través de la Iglesia».

Tampoco cambiaría su vida Alberto Raposo, sacerdote de Alcalá de Henares. Mari Ángeles Fernández le pregunta por su día a día. Ese lunes, empezó la jornada en un albergue, donde trabaja como voluntario; después confesó y celebró Misa en su parroquia, luego unas exequias, y algo de papeleo para terminar la mañana. Sale también al escenario Ludovic, un joven de Camerún, que llegó a nado a Ceuta y ahora es catequista colaborador de Pueblos unidos, organización de los jesuitas.

Por vídeo, se escuchan otros testimonios, como el de un cura rural, que celebra Misa en varios pueblos, y dedica buena parte de su tiempo a visitar a gente sola, anciana y enferma. «Estoy feliz aquí», afirma.

Impacta también el testimonio de las Siervas de María, que atienden a personas enfermas y ancianas en sus casas, sobre todo a las más pobres. No piden nada a cambio. «La caridad no tiene precio», dice una de las Hermanas. Como la Beata Teresa de Calcuta, tampoco ellas harían esto ni por todo el oro del mundo; lo que les mueve es algo mucho más grande.

Algunos datos

La crisis económica golpeó duramente a los españoles en 2012, y la Iglesia respondió aumentando ese año en un 25 % el número de personas atendidas. Tres millones y medio de usuarios recibieron ayuda en alguno de los 8.135 centros asistenciales católicos distribuidos por toda España, con un notable crecimiento de la implantación territorial de esos centros, presentes en un 67 % de lugares más que en 2009. Se repartieron unos dos millones y medio de comidas en comedores sociales.

La Memoria dedica un apartado especial a Cáritas, que invirtió 276 millones en sus distintos programas, y otro a Manos Unidas, que dedicó 50 millones de euros a la cooperación exterior. Cáritas, con un 94,29 % de personal voluntario (70.229 voluntarios, un 24,4 % más que en 2007), asistió a casi 5 millones de personas, un 5,6 % más que en 2011. Los beneficiarios directos de Manos Unidas ascendieron a 4 millones 190 mil, repartidos en 56 países.

El 28 % de los aproximadamente mil millones de presupuesto que tuvieron en 2012 las diócesis españolas, se destinó en 2012 a acciones pastorales o asistenciales. Más de 10 millones de personas asistieron, al menos una vez a la semana, a Misa en 2012. Ese año, se celebraron en España 269 mil bautizos, 245 mil Primeras Comuniones, 110 mil Confirmaciones, 63 mil Bodas y 342 mil funerales. Esa actividad fue sostenida gracias al trabajo de 58 mil religiosos y religiosas, cerca de 20 mil sacerdotes y 110 mil catequistas.

Especial mención hace la Memoria a la atención a cerca de 70 mil personas internas en centros penitenciarios, a través de 192 capellanes y unos 2.600 voluntarios. También se subraya la presencia de la Iglesia en el ámbito rural. La mayor parte de las 23 mil parroquias españolas se encuentra en pueblos, donde la Iglesia realiza una importante labor de acompañamiento a las personas mayores y solas.

El tiempo estimado de dedicación a la actividad pastoral en España (celebración de los sacramentos, catequesis y atención personal) fue de 48,5 millones de horas. El coste estimado de todo ello fue de 807 millones de euros. A precios de mercado, la CEE calcula que la cuantía hubiera sido más del doble, 1.933 millones de euros. De ahí la conclusión de que cada euro invertido en la Iglesia rinde por 2,40.

Cuantificar la actividad de la Iglesia es arriesgado, cuando no imposible, pero el ámbito educativo supone un excepción. Los 2.458 centros católicos concertados ahorraron, en 2012, al Estado 3.601 millones de euros. La cantidad se calcula a partir de la diferencia de lo que le cuesta al Estado un alumno en un centro estatal y lo que cuesta en uno concertado. En 2012, los centros católicos tuvieron 1 millón 435 mil alumnos, unos 7 mil más que el curso anterior.

Tras la acción pastoral y asistencial, la principal partida de gastos es la de conservación y funcionamiento de edificios, un 25 % del total. Con 3.168 bienes de interés cultural -explica la Memoria-, «la Iglesia tiene una importante presencia en el patrimonio cultural» español, que «pone a disposición de todos, acometiendo el mantenimiento necesario para que su preservación permita el continuo disfrute de todos». Entre esos lugares, además de las catedrales, se cuentan 541 santuarios (que acogieron a 7 millones de peregrinos en 2012) y 860 monasterios. Más de 25 millones de personas participaron en peregrinaciones, celebraciones de Semana Santa y fiestas populares de carácter religioso. Los viajes religiosos tuvieron ese año un gasto medio por persona y día de 57,9 euros, que cayeron como agua de mayo sobre la maltrecha economía española.