China, entre la incertidumbre y la esperanza - Alfa y Omega

China, entre la incertidumbre y la esperanza

Redacción

El fallecimiento del obispo emérito de Shangai, monseñor Joseph Fan Zhongliang (de la Iglesia clandestina), junto a la muerte, hace ahora un año, de monseñor Jin Luxian, su obispo coadjutor, coloca a la diócesis china más importante (150.000 católicos) en una situación incierta, con el obispo auxiliar, monseñor Tadeus Ma Daquin, arrestado por el régimen desde hace casi dos años. Sin embargo, los funerales de monseñor Fan -en la foto- se han visto acompañados de ciertos signos de apertura. El Gobierno chino no permitió que monseñor Ma celebrara la Misa, como deseaba la Santa Sede, pero sí hubo importantes concesiones: asistieron 70 sacerdotes y 5.000 fieles, pertenecientes tanto a la Iglesia oficial como a la clandestina, y el funeral fue presidido por un sacerdote de la Iglesia clandestina, el padre Zhu Yude. En la liturgia, se citó explícitamente a «nuestro obispo Ma», pese a que el Gobierno prohíbe el uso de este término referido a pastores no reconocidos oficialmente por las autoridades, como era el caso. Unos días antes, en otro gesto de acercamiento, el diario oficial del Gobierno chino en lengua inglesa reprodujo la entrevista del Papa al Corriere della Sera, en la que éste decía: «Estamos cerca de China. Le envié una carta al Presidente Xi Jinping, cuando fue elegido, tres días después que yo. Y él me respondió. Hay contactos. Es un gran pueblo al que quiero mucho».