No hay tiempo que perder - Alfa y Omega

No hay tiempo que perder

Hoy concluye la peregrinación ¡Vamos a Roma!, con la que la archidiócesis de Madrid clausura la Misión Madrid. Medio millar de madrileños han presentado al Papa las intenciones y frutos de esta iniciativa que comenzó en 2012

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
El Papa Francisco, con un grupo de fieles españoles

Medio millar de madrileños ha peregrinado a Roma estos días con motivo de la clausura de la Misión Madrid. Encabezados por el cardenal Rouco Varela, arzobispo de Madrid, han asistido a la Audiencia general de los miércoles, con el Papa Francisco, además de participar en la Eucaristía en el Altar de la Cátedra de San Pedro, de la basílica del Vaticano, y celebrar una Misa de Acción de Gracias en la basílica parroquial de San Lorenzo in Damaso.

Precisamente en la basílica de San Pedro, el cardenal Rouco afirmó en su homilía que, «en Madrid, hemos vivido varias décadas de mucha actividad misionera, intentando transmitir a nuestros hermanos la misma fe de Pedro y Pablo que hoy profesamos. La fe cristiana es una fe católica, orientada a llegar a todos los rincones del mundo y que todos conozcan la verdad de Dios. No hay tiempo que perder. Hemos de creer de verdad nosotros, con una fe cada vez más fuerte, para ser testigos de esa fe entre nuestros hermanos». El cardenal aludió a la Misión Madrid con el deseo de que «la fe crezca y florezca de nuevo, con frutos de caridad, paz y gozo, como nos pide el Papa Francisco, y que podamos transmitir a todos los que nos encontremos la alegría del Evangelio». Al final de la celebración, el cardenal Rouco se refirió a la actualidad de nuestro país, pidiendo «por el rey: debemos rezar por él en esta nueva etapa de la historia de España. España siempre fue católica desde los comienzos hasta hoy como muy pocos lugares de la tierra. España no se puede entender sin la fe católica, y damos gracias al Señor por ello y le rogamos que siempre lo sea».

Durante estos dos años, desde el comienzo de la Misión Madrid, en Fátima, se han producido distintas peregrinaciones de las Vicarías a la catedral de la Almudena, subrayando los vínculos entre todos los fieles y el obispo diocesano. También ha tenido lugar la celebración del sacramento de la Confirmación de más de mil jóvenes, en la plaza de la Almudena; el vía crucis 14 estaciones, 14 dolores, con la participación de numerosas Hermandades y cofradías de la capital; la Misión en los colegios y su concurrida Eucaristía final; y variadas actividades en parroquias, hospitales e instituciones diocesanas.

Junto a todo ello, han tenido lugar otros hechos significativos, como la inauguración del centro para familias JMJ 2011, de Cáritas Madrid, para facilitar alojamiento a familias necesitadas; una peregrinación de familias a Roma por el Año de la fe; el Icono de la Sagrada Familia que ha ido peregrinando por multitud de hogares; numerosas Vigilias de oración y de adoración al Santísimo, misiones marianas, conferencias, catequesis sobre el Credo, campañas de caridad, rastrillos solidarios, iniciativas culturales, educativas y universitarias, encuentros de formación, una escuela de evangelización, charlas-testimonio, misiones por las calles…: todo, con el sello Misión Madrid.

«No hemos pretendido hacer cosas extraordinarias, sino tomar conciencia, una vez más, y ayudar a los demás a descubrir que el anuncio de Cristo, el afán misionero, debe ser algo ordinario, una actitud constante en nuestras vidas», ha señalado el cardenal Rouco, quien hace así balance de estos dos años: «Durante este tiempo, los fieles de nuestra diócesis han recibido, gracias al Espíritu Santo, un impulso especial para vivir con plenitud su vocación bautismal en el lugar donde Dios les ha colocado como testigos de su amor».

«Con las carencias y limitaciones de todo lo humano —ha señalado el cardenal arzobispo de Madrid—, Misión Madrid ha sido un paso adelante en la conciencia de la responsabilidad evangelizadora de los cristianos, y un esfuerzo que el Señor no dejará de bendecir para a acercar a Cristo a los que no le conocen»; porque son ellos, en definitiva, los principales beneficiados de Misión Madrid, un hito en la proyección evangelizadora de nuestra diócesis.