Colaboración de todos contra el trabajo forzoso - Alfa y Omega

Colaboración de todos contra el trabajo forzoso

Alfa y Omega
Foto: Diaz Japón

En España hay trabajo forzoso. Si hasta ahora existía –o empezaba a existir– una cierta conciencia sobre las mujeres obligadas a través de muchas formas a prostituirse, la Guardia Civil ha lanzado la voz de la alarma sobre una realidad que se extiende también a ámbitos como la agricultura o el servicio doméstico. Se confirma la advertencia que lanzaba la pasada semana la Santa Sede: unas políticas migratorias «cada vez más restrictivas» incrementan la vulnerabilidad de las personas extranjeras y les convierten en pasto fácil para diversas formas de explotación laboral, que nutren un mercado en el que empresario y consumidor miran hacia otro lado con tal de producir y comprar más barato. En relación al rescate de estas nuevas formas de explotación, el Vaticano ha pedido una acción concertada de autoridades, asociación civil y entidades de Iglesia, un modelo de cooperación muy extendido en España, sobre todo en el terreno de la prostitución, que empieza a extenderse a otros sectores. El primer paso, sin embargo, es que la sociedad tome conciencia de esta realidad.