Publican en castellano el proceso de canonización de san Vicente Ferrer - Alfa y Omega

Publican en castellano el proceso de canonización de san Vicente Ferrer

Es la primera vez que se transcribe a una lengua vernácula el texto latino del proceso de canonización del santo. La obra ha sido publicada por la Facultad de Teología de Valencia y el Instituto Studia Friburgensis, de Fribugo después de 15 años de trabajo

Redacción
Foto: www.teologiavalencia.es

El texto del proceso de canonización de san Vicente Ferrer (Valencia, 1350-Vannes, Francia, 1419) ha sido publicado por primera vez en castellano. La obra ha sido publicada por la Facultad de Teología de Valencia y el Instituto Studia Friburgensis, de Fribugo (Suiza), que rigen los dominicos, después de 15 años de trabajo. En ella han participado religiosos dominicos, integrantes del Instituto Histórico de la provincia dominicana de la antigua Corona de Aragón, coordinados por el historiador dominico Alfonso Esponera.

El manuscrito del proceso de canonización de san Vicente Ferrer, transcrito ahora por primera vez a una lengua vernácula, ocupa 600 folios e incluye los testimonios de 380 testigos de aquella época, entre ellos el rey Alfonso II el Magnánimo, de Aragón. Asimismo, recoge más de 860 milagros atribuidos a la intercesión del predicador valenciano, numerosos documentos notariales y textos sobre la «vida cotidiana y predicaciones del santo en sus dos últimas décadas de vida», según el historiador dominico.

Tres copias del manuscrito

El santo valenciano fue canonizado el 29 de junio de 1455 por Calixto III, quien según la tradición siendo niño conoció a Vicente Ferrer y escuchó de él la profecía en la que le predijo que alcanzaría el papado y luego le canonizaría.

Tras la ceremonia, el Papa mandó que las actas del proceso se guardasen en Roma, de donde desaparecieron en 1527. Sin embargo había una copia en la ciudad italiana de Palermo, que hoy todavía se conserva, y de la que en 1572 se hizo otra para Valencia. Luego en 1577 se realizó una tercera copia para san Luis Bertrán y en 1590, otra más para el dominico Vicente Justiniano Antist, «que muy probablemente es la que ha llegado hasta nuestros días».

Este último manuscrito, que ha sido el ahora transcrito y traducido, se conserva en la actualidad en la Biblioteca Histórica de la Universitat de Valencia, donde permanece desde la desamortización de Mendizábal en 1836, cuando le fue retirada a los dominicos de Valencia su propiedad.

AVAN / Redacción