La reforma del Vaticano en la encrucijada - Alfa y Omega

La reforma del Vaticano en la encrucijada

Andrés Beltramo Álvarez
Reunión del Papa Francisco con el Consejo de Cardenales, en febrero de 2017. Foto: CNS

El proceso de reforma de la Curia romana, impulsado pacientemente por el Papa desde el inicio de su pontificado, atraviesa una encrucijada. Los recientes escándalos por abusos sexuales que han sacudido a la Iglesia católica en diversas latitudes lo han llevado a modificar sensiblemente el Consejo de Cardenales que lo ayuda justamente en esta reforma. Dos integrantes clave de ese organismo fueron apartados, por su vinculación con diversos casos. Se trata de George Pell, aún prefecto de la Secretaría de Economía y que en los últimos días ha sido hallado culpable de abusos contra menores durante un juicio en Australia, su país natal. Por decisión del juez, hasta ahora no se conocen los detalles de la sentencia contra el purpurado, quien siempre ha proclamado su inocencia.

Además, ha dejado el consejo el arzobispo emérito de Santiago de Chile, Francisco Javier Errázuriz, quien en las últimas semanas ha sido imputado por la justicia de su país, acusado de encubrir los abusos sexuales del sacerdote Fernando Karadima.

Al término de la reunión número 27 del llamado C9, la sala de prensa del Vaticano informó de que el grupo se convertía en C6 debido la salida de estos dos cardenales, junto a Laurent Monsengwo Pasinya, arzobispo en la República Democrática del Congo, quien a sus 79 años se encuentra en primera línea en la búsqueda de la estabilidad política y social en su país. Francisco decidió no sustituir a los cardenales salientes, disminuyendo –de facto– la representatividad de ese órgano.

En realidad, todo parece indicar que la reforma se acerca a su fin. Los cambios más importantes, la unificación de oficinas y la redistribución de competencias ya han sido puestos en práctica. Ahora solo basta plasmar todo en un documento que sustituya a la constitución apostólica Pastor bonus, que todavía rige el funcionamiento de la Curia vaticana. El nuevo texto lleva por título provisorio Predicate Evangelium y ya fue entregado al Pontífice para que realice las correcciones que estime necesarias.