Jesús viene en «malas fechas» - Alfa y Omega

Jesús viene en «malas fechas»

«La Virgen María se puso de parto también en malas fechas», responde una voluntaria de Taizé cuando alguien duda a la hora de abrir su casa a alguno de los participantes en el Encuentro Europeo de Jóvenes que tiene lugar en Madrid del 28 de diciembre al 1 de enero

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Elena (segunda por la izquierda), en su casa de acogida en Basilea. Foto: Elena Tatay

«No conozco a nadie que haya ido a Taizé y no esté encantado a la vuelta», dice Elena, una enfermera valenciana que se encuentra estos días en Madrid colaborando en la preparación del Encuentro Europeo de Jóvenes que la comunidad ecuménica de este pequeño pueblo francés organiza en la capital de España entre los últimos días de diciembre y el 1 de enero.

Elena participó en el encuentro que tuvo lugar en Basilea el año pasado, y allí fue acogida por una mujer de Camerún, pastora protestante, casada con un alemán, con ocho hijos en común, en cuya casa aterrizó con otras cuatro amigas para vivir «una experiencia de encuentro muy bonita». Dos años antes tuvo la oportunidad de acoger en su familia a dos chicos de Ucrania, por lo que a día de hoy afirma que «acoger es algo precioso, que te abre a los demás».

En Madrid, además de contactar con las parroquias, anunciar el encuentro a los madrileños y pedir voluntarios que ayuden a la organización desde sus parroquias, tiene entre sus funciones la tarea de localizar a familias que abran su casa a algún joven durante los días del Encuentro Europeo de Jóvenes. Casi nada. Elena dice con humor que «la respuesta no está siendo masiva», pero se encarga de ofrecer a todo el que la quiera escuchar su propia experiencia: «Acoger a alguien es lo mejor que puedes hacer en Navidad. Somos conscientes de que abrir tu casa a un desconocido es un desafío muy grande, porque supone ofrecer a alguien que no conoces tu ámbito más personal, pero quien consigue superar esa barrera y se abre a la confianza se encuentra con un regalo muy grande, con una comunión que te pone de nuevo en el camino de la alegría, que te hace olvidar el miedo y te acerca a los demás».

Un grupo de voluntarios internacionales y españoles que prepara el Encuentro. Foto: Elena Tatay

Entre las razones que le da la gente para no abrir su casa, «la más común es la de que “son malas fechas”. Pero nosotros les contestamos que la Virgen María también se puso de parto en muy malas fechas y nadie la acogió. No podemos dejar que ocurra lo mismo», dice Elena.

«No organizamos esto como si fuéramos un hotel, nosotros también participamos, es algo nuestro», confirma Almudena, una estudiante de máster de Ingeniería Industrial que también participa en la preparación desde su parroquia, Santa Ángela de la Cruz, en Madrid. Al contrario que Elena, ella nunca ha ido a Taizé y tampoco ha participado en un Encuentro Europeo de Jóvenes, pero sí ha participado en muchas oraciones de tipo Taizé que han tenido lugar en Madrid, y eso es precisamente lo que le ha atrapado: «son oraciones muy tranquilas, con mucho silencio –algo que no es habitual en tu vida diaria–, y eso te hace frenar tu ritmo y volver a conectar con Dios».

Otro elemento que le atrae es que «a este encuentro vienen cristianos de todos los tipos y de todos los países, y suele ir gente muy joven, gente como tú. No es una JMJ en cuanto al volumen sino algo más pequeño, con cristianos de distintas ramas pero al fin y al cabo con las mismas convicciones. En el fondo todos creemos en el encuentro con Jesucristo. Muchos jóvenes incluso no sabemos que hay otros cristianos, y puede parecer que somos muy distintos, cuando en realidad no lo somos tanto».

Foto: Almudena Onrubia

Días de mucho trabajo

Elena y Almudena se están encontrando con que su principal problema es la acogida por parte de los madrileños, tanto laicos como sacerdotes. «Hay sacerdotes que se implican y otros que se desentienden», lamenta Elena. Por el contrario, la recepción más cálida es la que ofrecen personas que vivieron su experiencia en Taizé en su juventud. A estos «se les iluminan los ojos», dice Elena. Pero «también tenemos varias mujeres mayores que se han apuntado y ya están deseando que vengan chicos. No sé como se van a entender con ellos, pero están muy ilusionadas», dice Almudena entre risas.

Ahora vienen días de mucho trabajo, de hacer muchos planes y atar muchos cabos: «Organizar todo esto está siendo muy bonito, está costando un poco, pero luego ver llegar a los peregrinos va a merecer mucho la pena», dice Elena, a lo que Almudena añade que «tenemos que tener mucha paciencia pero no dejar de pedir ayuda, para que todo salga bien. E implicar a los jóvenes, para que vivan este encuentro como algo suyo y echen una mano en todo lo que puedan».

Para apuntarse: taizemadrid.es y 91 269 45 00.