Una app, la neurociencia y la inteligencia emocional para mejorar tu matrimonio - Alfa y Omega

Una app, la neurociencia y la inteligencia emocional para mejorar tu matrimonio

Este sábado se celebra en el Seminario de Madrid la segunda jornada de formación de catequistas de cursos de novios, organizada por la Delegación de Pastoral Familiar, en la que Michael de José, orientador familiar en el COF en Virgen de Olaz durante 20 años, presentará Una solución moderna y científica para el acompañamiento de matrimonios

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Foto: Pixabay

¿Por qué dices que es una necesidad urgente el acompañamiento de los matrimonios en sus primeros años de vida en común?
Los matrimonios necesitan un apoyo más cercano desde el momento en que se casan. No hay que esperar a las crisis, sino crecer en el amor desde el primer momento, porque el entorno en que viven es agresivamente contrario a los valores cristianos y la Iglesia debe habilitar medios cercanos, atractivos y prácticos para ayudarles a crear matrimonios felices e hijos alegres.

¿Cuál es tu propuesta?
Yo propongo una solución moderna y científica, compatible con el horario tan difícil que todos tenemos, ya que parte del trabajo se hace en casa entre los dos, con ayuda de una app. Y es científica porque se basa en tres pilares: la inteligencia emocional, la neurociencia y el microaprendizaje de hábitos. Este modelo se ha testado con mucho éxito en 15 matrimonios en el COF Virgen de Olaz.

¿En qué consiste exactamente?
Se trata de algunas sesiones presenciales y sobre todo el trabajo diario, cuya base es la app.

Vamos con el primer pilar: la inteligencia emocional.
Es la parte más importante. La mayor parte de los matrimonios se rompe por problemas de comunicación. Para esto nos ayuda la inteligencia emocional, que es muy concreta: te ayuda a conocer tus emociones y a compartirlas con la otra persona, y a construir relaciones más inteligentes contando con las emociones. Eso lo concretamos en este programa en lo que llamamos competencias emocionales, por ejemplo la empatía, la autoestima o la persuasión como medio de transmisión de nuestras ideas, sin imposiciones ni autoritarismos.

A algunos les costará más que a otros…
La gente no nace con esto y por eso hay que aprenderlo y desarrollarlo. Hace décadas se aprendía en el hogar, pero eso ya no ocurre, porque los padres están ausentes y la sociedad no acompaña tampoco. Por eso, creo que un momento ideal para adquirir este modo de funcionar es al principio del matrimonio.

¿Y cómo se puede aprender algo que no has practicado en tu vida?
Ahí es donde entra el microaprendizaje de hábitos. Porque todo este proceso no se enseña ni se aprende a la manera tradicional, como un contenido meramente intelectual que se olvida al poco tiempo. Se trata de trabajar todos los días en casa. Gracias a la app todos los días se trabaja una u otra competencia, y se hace de una forma concreta.

¿Y la neurociencia?
De la neurociencia cogemos datos para crear hábitos que ayudan al cerebro a que lo aprendido en el paso anterior se consolide y se pueda llevar a cabo de una manera constante. Esta disciplina ofrece muchos tucos, que aprovechamos para incorporarlos en la práctica concreta de la vida matrimonial.

¿Qué resultados habéis obtenido ya?
Todos los matrimonios que participaron en el estudio piloto cuentan que se les quedaba corto y que querían más. Y también decían que habían descubierto aspectos de ellos mismos y de su relación que desconocían. Les pareció muy útil y muy moderno. Y les había ayudado a mejorar en áreas muy concretas de su vida.

Es una nueva forma de abordar el acompañamiento de los matrimonios jóvenes, algo distinto de lo que se venía haciendo hasta ahora…
Si. No podemos estar con los matrimonios al principio para preparar la boda, en medio de su vida cuando se divorcian, y al final cuando se mueren. Tal como están las cosas, no podemos dejar a los matrimonios a su suerte. Es una pena que los COF solo entren en la vida matrimonial en un cursillo de preparación que es muy corto, y luego cuando se quieren separar. Eso no puede ser.

Los matrimonios necesitan herramientas prácticas para desarrollar su amor con una base humana desde el principio, cosas que puedan aplicar desde el primer momento y que se puedan convertir en hábitos. Lo que ocurre muchas veces es que uno ama a la otra persona pero no sabe cómo expresarlo. La inteligencia emocional aterriza en ese cómo.