Se abre el proceso de beatificación del Caballero de Gracia - Alfa y Omega

Se abre el proceso de beatificación del Caballero de Gracia

El 14 de noviembre el cardenal Carlos Osoro abre en Madrid el proceso de Jacobo Gratiij, «un modelo de santidad para el día de día», dice el rector del oratorio del Caballero de Gracia

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Foto: De San Bernardo

El 14 de noviembre, a las 19:30 horas, tendrá lugar en el oratorio del Caballero de Gracia, en Madrid, la apertura de la Causa de beatificación de Jacobo Gratiij, el Caballero de Gracia, presidida por el cardenal Carlos Osoro, cardenal arzobispo de Madrid.

El proceso comenzó nada más morir el Caballero, gracias a la iniciativa de un buen amigo suyo, san Simón de Riojas, al comprobar la devoción que Jacobo despertaba en el pueblo de Madrid.

«El proceso se abrió por primera vez en Toledo, de 1623 a 1633, y posteriormente se envió la documentación a Madrid para desde allí seguir su camino hasta Roma –explica el rector del Oratorio, don Juan Moya–. Pero, una vez en Madrid, toda esa documentación se perdió, sin que nadie pueda explicar todavía por qué».

Sin embargo, la memoria del Caballero estuvo viva a lo largo de los siglos en la capital, «como lo demuestran documentos que tenemos en nuestro archivo», por lo que hace una par de décadas «se comenzó a mover todo el proceso de nuevo, gracias a que hemos podido contar con las personas con la capacidad de ponerlo en marcha otra vez».

A día de hoy, «todavía hay gente que le encomienda al Caballero sus preocupaciones. En el Oratorio distribuimos estampas para la devoción privada, hace poco publicamos una nueva biografía, sigue viva aquí la predicación sobre su vida…, todo para que el Caballero sea cada vez más conocido después de cuatro siglos», asegura don Juan Moya.

Además de intercesor, Jacobo Gratiij se presenta hoy también como un modelo de santidad para los fieles de hoy. «Él destaca por su fidelidad a sus compromisos ciudadanos y también por su carrera diplomática al servicio de la Santa Sede, por su amor a la Iglesia, por su atención a los más necesitados, por su mentalidad profesional y laical, por su austeridad, por su devoción tan marcada al Santísimo Sacramento… Los santos siempre están de actualidad porque viven las cosas más importantes de la vida, independientemente de la época en la que vivieron, y así lo hizo Jacobo de Gratiij», concluye el rector del Caballero de Gracia.

Gratiij fue amigo personal de Felipe II, así como de varios santos y de artistas como Lope de Vega, y también diplomático al servicio de la Santa Sede –fue el enlace clave en la formación de la Liga Santa que derrotó a los turcos en Lepanto–. Se ordenó sacerdote a los 70 años, ministerio en el que se entregó otros 32 años más, y fue propulsor de la adoración eucarística en España además de un benefactor infatigable de los pobres.