La sociedad literaria y el pastel de piel de patata. Libros, un pretexto para la amistad - Alfa y Omega

La sociedad literaria y el pastel de piel de patata. Libros, un pretexto para la amistad

Juan Orellana
Tom Courtenay, Michiel Huisman, Penelope Wilton, Katherine Parkinson, Lily James y Kit Connor, en un fotograma del filme. Foto: STUDIOCANAL

La semana pasada se estrenó una magnífica película del veterano director británico Mike Newell, conocido por títulos tan dispares como Grandes esperanzas, Harry Potter y el cáliz de fuego, La sonrisa de Mona Lisa, Donnie Brasco o Cuatro bodas y un funeral. En esta ocasión, el guion adapta la novela de Mary Ann Shaffer y Annie Barrows, escrita en 2008. La película se ambienta en Guernsey, una isla británica muy cercana a Francia que fue ocupada por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. A los habitantes de la isla les confiscan todos sus cerdos y los obligan a cultivar patatas para uso de la Wehrmacht. Pero Amelia Maugery (Penelope Wilton) ha conseguido esconder un cerdo, y una noche invita a sus mejores amigos para cenar clandestinamente un asado. Asisten Elizabeth (Jessica Brown Findlay), Eben (Tom Courtenay), Dawsey (Michiel Huisman) e Isola (Katherine Parkinson). Cuando los nazis los descubren, para disimular, dicen que dicha cena no era más que una reunión de una sociedad literaria. Para que la mentira sea creíble, no tienen más remedio que constituir dicha asociación, y empiezan a reunirse todos los viernes para leer. A raíz de ello, entran en contacto epistolar con la famosa escritora londinense Juliet Ashton (Lily James), que decide, una vez terminada la guerra, ir a visitarlos.

El argumento nos puede recordar a La librería, de Isabel Coixet, por su persuasivo elogio de la lectura. Sin embargo, en la cinta que nos ocupa, el amor a los libros es en realidad un pretexto para hacer un hermoso canto a la amistad verdadera. Los libros son la ocasión que tienen nuestros personajes, golpeados por la guerra, para compartir sus vidas en un contexto de muerte y dolor. Ciertamente, esa sociedad literaria se convierte en una auténtica familia, un lugar donde curar sus heridas y tragedias personales. Por su parte, la protagonista, Juliet Ashton, es una mujer de éxito que ha perdido a su familia en la guerra. Ante ella, sin embargo, se abre por fin un futuro brillante y prometedor. Cuando conoce a los miembros de la sociedad literaria, y empieza una historia de amistad con ellos, va a comprender que quizá su vida se encauza por caminos equivocados.

La película de Newell toca muchos palos interesantes, pero todos tienen en común el proponer el amor como único bálsamo para convertir el dolor y el drama en ocasión de un nuevo bien. Juliet, por su parte, encarna un moderado feminismo, al decidir contracorriente salirse de los railes socialmente establecidos. La puesta en escena es muy clásica, con una esmerada producción de época a cargo de James Merifield, responsable también del diseño de producción de María, reina de Escocia, de inminente estreno. El resultado es una estimable película, que se ve con sumo agrado, y que propone cuestiones que, no por estar trilladas, dejan de ser hermosas.

La sociedad literaria y el pastel de piel de patata
Director:

Mike Newell

País:

Reino Unido

Año:

2018

Género:

Romance

Público:

+7 años