Venezuela: la Santa Sede no mediará, por ahora - Alfa y Omega

Venezuela: la Santa Sede no mediará, por ahora

No se dan las condiciones para una mediación de la Santa Sede en el conflicto de Venezuela, donde unas 40 personas han perdido la vida en las protestas de las últimas semanas, pero el Vaticano no descarta esta opción en un futuro

Jesús Colina. Roma
Un pueblo a la expectativa

En los últimos días parecía que el violento conflicto interno que desangra Venezuela podía encontrar una senda de solución. El 27 de marzo, el Presidente Nicolás Maduro anunciaba que aceptaba como «testigo de buena fe» al cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Papa Francisco, y antiguo nuncio apostólico en Caracas. Pero su respuesta afirmativa a esta propuesta de paz, presentada por una delegación de Cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), quedaba desmentida por el tono ridiculizante que empleaba: «Que venga el Secretario de Estado, Canciller del Vaticano, Pietro Parolin, que fue embajador aquí, que venga, pues. ¡Pobrecito, le van a hacer perder el tiempo! Estoy de acuerdo. ¿Quieren que venga? Que venga».

Pero lo más significativo vino después. El cardenal Jorge Urosa, arzobispo de Caracas, aclaraba que, a pesar de los anuncios, el Gobierno del Presidente Maduro ni siquiera ha entrado en contacto con el nuncio apostólico, el arzobispo Aldo Giordano, para elevar la propuesta al Vaticano. El portavoz de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, en una escueta nota evitó caer en la trampa de la propaganda chapista, sin dejarse instrumentalizar tampoco por exponentes de la oposición. El padre Lombardi garantizó la disponibilidad del Vaticano y del cardenal Parolin para hacer lo posible para garantizar la paz en el país: «Es necesario, sin embargo, profundizar y tener ulteriores elementos para verificar mejor cuáles son las expectativas y si se dan las premisas para ejercer un papel útil y lograr el objetivo deseado».

Un diálogo inviable, por ahora

Tampoco la dividida oposición cree en la posibilidad de diálogo en estos momentos, cuando universitarios que protestan son asesinados impunemente. El último caso se demostró el 29 de marzo. El ministro del Interior, general Miguel Rodríguez, confirmaba la muerte de dos víctimas de las protestas: Franklin Alberto Romero Moncada (44 años) y Roberto Luis Annese (33 años). Según la oposición, murieron a manos de bandas civiles armadas, que actúan con apoyo de la Policía. Según el ministro, el primero falleció bajo la descarga de un cable de alta tensión; el segundo, mientras manejaba una bomba artesanal que quería utilizar en las guarimbas (barricadas).

Como se puede constatar, cuando se maneja de este modo la información sobre vidas humanas que han muerto de forma violenta, pensar en mediaciones de la mano derecha del Papa parece una tomadura de pelo. Ahora bien, tanto el Papa Francisco como el cardenal Parolin no se esconderán en el momento en el que se abran serios espacios para la paz.