¿Quién es Noé, en el Arca de Aronofsky? - Alfa y Omega

¿Quién es Noé, en el Arca de Aronofsky?

Cualquiera que conozca la filmografía de Darren Aronofsky (Pi, Réquiem por un sueño, La fuente de la vida, The wrestler, Cisne negro) debía saber que, al anunciarse su película Noé, ésta iba a tener poco que ver con la narración canónica de este personaje bíblico. La intriga estaba, en todo caso, en averiguar qué quedaría del Noé descrito en la Biblia, y hasta dónde llegaría la imaginación del cineasta. Por fin, hemos salido de dudas

Juan Orellana
Imagen de la película Noé

Con una puesta en escena cargada de fuerza y de maestría, sustentada por un reparto excelente, Aronofsky introduce, en Noé, unos cambios radicales en el relato bíblico que son susceptibles de una lectura de fondo.

Empecemos por Dios. En la Biblia, Dios habla directamente con Noé y le explica con pelos y señales lo que va a ocurrir –el diluvio– y lo que debe hacer –construir un arca en la que él, su esposa, sus tres hijos y nueras, y una pareja de cada animal, se salvarán del castigo–. Aronofsky nos presenta un Dios que no habla, sino que, a través de sueños crípticos, Noé (Russell Crowe) debe interpretar a tientas Su voluntad, en ocasiones con la ayuda de Matusalén, abuelo de Noé, que no aparece en el relato bíblico del diluvio. Esta despersonalización de Dios muestra a un Creador más lejano y frío, y deja a Noé bastante solo frente a la ignota voluntad de su Señor.

Con toques de culebrón

Pero donde el cineasta ha derrochado más imaginación es en el personaje de Noé. La Biblia dice muy poco de él, más allá de que obedeció fielmente cada indicación de Dios. Aronofsky le organiza unos dramas familiares de primera categoría, y le pone ante dilemas morales descabellados. Ésta es la parte más emotiva del film, con toques de culebrón, y que ha implicado cambiar datos fundamentales del texto bíblico: los tres hijos de Noé, Sem, Cam y Jafet, tenían todos esposas; en esta versión fílmica, sólo Sem (Douglas Booth) la tiene, Ila (Emma Watson), conseguida de una sorprendente manera; Cam (Logan Lerman) vive con dolor su soltería; y Jafet (Leo McHugh Carroll) es demasiado joven para desposarse. Toda esta situación genera problemas sin cuento que, obviamente, no desvelaremos. Dentro de esta ficción familiar, es valioso el papel que se da a la esposa de Noé, Naameh (Jennifer Connelly). En este batiburrillo familiar que monta Aronofsky es donde va a ubicar las tramas románticas imprescindibles en cualquier superproducción hollywoodiense que se precie.

En el capítulo 6 del Génesis, se dice que, en aquel tiempo, había gigantes sobre la tierra. Esta enigmática afirmación le permite al director inventarse unos personajes que parecen sacados de El señor de los Anillos y que los vincula directamente con los ángeles caídos. Los llama Los Vigilantes, en una denominación de igual sabor tolkieniano. También es invención la guerra que los hombres inician contra Noé y su familia cuando comprenden sus intenciones. Miles de guerreros, capitaneados por Tubal Cain (Ray Winstone), se van a disputar el control del arca, introduciendo la trama de acción y thriller que completan el coctel de la película.

Escena de la película Noé

Un pecado… ecológico

Pero lo más significativo es el planteamiento del castigo divino. Ciertamente, se ve cómo Dios repudia la violencia que comenzó con Caín, pero se trata fundamentalmente de un pecado ecológico. La naturaleza se ha contaminado por la industria de los hombres, se ha echado a perder, y por eso Dios quiere eliminar a los hombres de la faz de la tierra, y conservar sólo a los animales. Este aroma eco-naturalista, propio de nuestros tiempos, pone al ser humano en condición de igualdad, e incluso de inferioridad, respecto a la supuesta pureza de la Naturaleza.

Con todos estos elementos, Aronofsky ha convertido el relato bíblico en un mito legendario de corte fantástico. Aunque se apoya en el Génesis, le da una orientación que cuadra más bien con la mentalidad ecologista y new age contemporánea, al estilo de la película Avatar. Esto no quita para que la película sea un producto de entretenimiento muy eficaz, espectacular, bien engrasado y emotivo. Ahora bien, quien quiera conocer la verdadera historia de Noe, hijo de Lamec, que directamente vaya al Génesis. Si se conforma con esta película va a quedar muy, pero que muy desorientado.

Noé
Director:

Darren Aronofsky

País:

Estados Unidos

Año:

2014

Género:

Fantástico

Público:

+12 años