Habemus Papam - Alfa y Omega

Aunque así se lo confesemos a los encuestadores del EGM, no es verdad que todos veamos los documentales de La 2. Menos aún, las series documentales de #0, el canal de Movistar+. En este caso, gracias a Dios.

Lo más probable es que ni les suene Habemus Papam, la serie que con los primeros calores de este tormentoso verano estrenaron el miércoles 1 de agosto a las 22.00 horas. Original de la BBC y con un subtítulo elocuente (Una historia de poder), la serie da lo que promete en seis episodios de una extraordinaria factura técnica, trufados de una indisimulada carga ideológica.

La historia del papado, y por extensión la de la Iglesia católica, ha sido para la BBC una historia de poder, que no admite siquiera claroscuros, y que hay que contar convenientemente dramatizada, con las herramientas de un gran espectáculo audiovisual para que todo parezca una creíble teleficción al más puro estilo Código Da Vinci. La imagen promocional es la de un Papa, de rostro irreconocible, envuelto en las brumas del incienso.

Niebla espesa para una propuesta con trazas de oscuro thriller. Una máscara perfecta para tiempos de fake news y posverdad. En la versión original han contado, además, con la narración del actor irlandés Liam Neelson para dar credibilidad a un relato construido con aura de misterio, que presume de haber entrado en los archivos secretos de El Vaticano. Con esas credenciales, va desgranando una historia parcial e ideologizada en el que el mayor peso de las fuentes lo llevan autorizadas voces ateas y protestantes. El recorrido es así una aventura política, de tejemanejes de poder, que nos presenta, por este orden, los orígenes de la Iglesia, la renuncia de Benedicto XVI, la corrupción desmedida durante el Renacimiento en una institución decisiva para entender (desde el mecenazgo) la historia del arte, la relación de la Iglesia con el nazismo y el largo pontificado de Juan Pablo II, en un análisis que corre paralelo a la historia de la Guerra Fría.

Ni ahorran en medios ni dan puntada sin hilo. No piquen en el anzuelo cuando la vean por ahí en los estantes de las grandes superficies. Hay otras propuestas audiovisuales, más modestas en la forma pero más atinadas en el fondo, que construyen el relato desde de la Historia y el Misterio (con mayúsculas). Siempre habrá quien pretenda meter todo el agua del mar en un hoyo, pero la fascinante complejidad de la Iglesia rebasa esa tentación mundana. La BBC lo ha intentado y, aunque ellos parecen seguros de lo contrario, les ha salido fumata negra.