El cardenal Turkson critica que Hungría o Polonia apelen al cristianismo para justificar la xenofobia - Alfa y Omega

El cardenal Turkson critica que Hungría o Polonia apelen al cristianismo para justificar la xenofobia

«Cuando Juan Pablo II pidió que la Constitución Europea reconociera las raíces cristianas no se refería a esto», advierte desde Madrid el prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral

Ricardo Benjumea
Foto: REUTERS/Marko Djurica

«La religión no debe ser utilizada para crear divisiones entre las personas». Así lo ha asegurado este miércoles en Madrid el cardenal Peter Turkson, unas horas antes de clausurar las XV Jornadas de Teología de la Universidad Pontificia Comillas, dedicadas al tema Identidad, nacionalismo y universalismo a la luz de la Biblia.

Durante un encuentro con la prensa, el prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral aludió explícitamente a la situación en Hungría y Polonia, donde los Gobiernos han apelado a las raíces cristianas de Europa para justificar su rechazo a acoger a migrantes y refugiados, debido a que muchos de ellos son de religión musulmana. «Cuando Juan Pablo II pidió que la Constitución Europea reconociera las raíces cristianas no se refería a esto», aseguró el purpurado ghanés, refiriéndose al debate en torno al fallido proyecto de una carta magna europea.

Algunos «regímenes populistas» buscan elementos diferenciales «para mantener la homogeneidad de la población» y rechazan a las personas extranjeras, a las que «consideran una amenaza para su identidad», prosiguió Turkson, quien recordó que su departamento organiza estos días en Roma una conferencia internacional sobre Xenofobia, racismo y nacionalismo populista en el contexto de la migración global.

En esta situación, dijo, es «un reto» para la Iglesia» fomentar la convivencia y evitar que las creencias religiosas puedan ser manipuladas políticamente. «Hay que denunciar el uso de la fe para crear exclusión, divisiones y tensiones», afirmó. Y añadió a su lista de preocupaciones los casos de Myanmar –con las tensiones entre la mayoría budista y la perseguida minoría musulmana–, el nacionalismo hinduista en la India o la exclusión de otras religiones distintas del islam en algunos países árabes.

Para ilustrar que personas de distintos credos pueden convivir sin problemas, el prefecto habló de su propia familia en Ghana, y contó que creció con una madre metodista, un padre católico y un tío musulmán. «La pertenencia a distintas religiones no es razón para el conflicto, aunque reconozco que este hecho puede ser explotado por los que quieren fomentar el conflicto», resumió la cuestión.

Los ataques contra el Papa

A preguntas de los medios, Turkson se refirió también a los ataques contra el Papa del exnuncio en Washington Viganò. En todos los pontificados «siempre hay algunos [curiales] que no están de acuerdo», dijo, y recordó que Francisco es el primer Papa no europeo en muchos siglos, por lo que su elección ha traído inevitablemente «un nuevo estilo».

Frente a las acusaciones de Viganó de que Francisco conocía los abusos cometidos por el cardenal McCarrick, el prefecto aludió a las múltiples contradicciones en que incurre el texto del arzobispo, y puso en valor toda la política de «tolerancia cero» de Bergoglio, así como «las estructuras» que ha puesto en funcionamiento para combatir esta lacra.

También cuestionó las formas del prelado: «Si yo personalmente tengo algo que decirle al Papa, mi canal no es un periódico. Le escribo una carta», dijo. «Esto mismo me ocurría a mí cuando era obispo en Ghana. Si una persona se comunicaba conmigo a través de los medios, no respondía, pero si lo hacía directamente, la atendía con gusto».

La corrupción

La corrupción fue otro de los temas abordados por el cardenal Turkson, que recientemente ha publicado el libro Corrosión, dedicado a este tema.

Se trata –aseguró– de un problema que «afecta a muchos países» pero que no se limita a los gobiernos. «Si una universidad permite el ingreso a un alumno con calificaciones más bajas» de las requeridas porque es hijo de alguna persona importante, o el responsable de las contrataciones en alguna empresa elige a «un candidato con peores notas» por motivos similares, eso es también corrupción, advirtió.

Y recordó que corrupción, etimológicamente, remite a la disolución de «las buenas relaciones» que «mantienen una sociedad unida». «Si se disuelven esas relaciones, vivir juntos se hace difícil». Y «esa sociedad no puede ser justa».

La lucha contra la corrupción, por tanto, empieza por uno mismo, y requiere que «cada persona, en conciencia, haga lo que debe», desde «una experiencia auténtica del bien común».