El Papa exhorta a la Iglesia de Palermo a comprometerse frente a la pobreza y las injusticias - Alfa y Omega

El Papa exhorta a la Iglesia de Palermo a comprometerse frente a la pobreza y las injusticias

Primera parada de Francisco en Palermo. En la plaza Amerina, reconoce que, ante las injusticias y la marginación, «la comunidad eclesial puede aparecer, a veces, desconcertada y cansada», aunque también, «gracias a Dios, es viva y profética»

Redacción

Aprender a reconocer en los sufrimientos humanos las mismas heridas del Señor y tocarlas en nuestras llagas, en las de nuestros amigos, en las de nuestra sociedad. Esta ha sido la exhortación del Papa Francisco a los fieles sicilianos congregados en la plaza Armerina, primera etapa de su visita apostólica a Palermo.

Son las llagas del subdesarrollo social y cultural; la explotación de los trabajadores y la falta de empleo decente para los jóvenes; la migración de familias enteras; la usura…, Todo eso aflige a sociedad siciliana, denunció el Papa al iniciar su discurso, recordando que ante este sufrimiento «la comunidad eclesial puede aparecer, a veces, desconcertada y cansada», aunque también, «gracias a Dios, es viva y profética», y busca «nuevas formas de anunciar y ofrecer misericordia».

Francisco dijo que, para dar concreción a la propia fe, es necesario «reconocer en estos sufrimientos humanos las mismas heridas del Señor», y exhortó a comprometerse con una nueva evangelización «partiendo precisamente de sus cruces y sufrimientos». En ese sentido, aludió a «centros de escucha de Cáritas, comedores y refugios para los hermanos y hermanas más desdichados, estructuras para albergar a Jesús, refugiado y perdido, y casas de amor para los ancianos, a menudo solos y desanimados».

«La palabra de Dios y la comunión sinodal son la mano extendida a los que viven entre esperanzas y desilusiones e invocan a una Iglesia misericordiosa, cada vez más fiel al Evangelio y abierta a la acogida de los que se sienten derrotados en cuerpo y espíritu, o relegados a la marginación», añadió el Obispo de Roma.

Para ser Iglesia de caridad misionera, es necesario «prestar atención al servicio de la caridad que hoy se requiere por circunstancias concretas». Y exhortó a «los sacerdotes, los diáconos, las personas consagradas y los fieles laicos» a «sentir compasión evangélica (que era lo que sentía Jesús) por los muchos males del pueblo, convirtiéndose en apóstoles itinerantes de la misericordia en el territorio». «Fomentar la caridad evangélica, la solidaridad y la preocupación fraterna en las parroquias y comunidades» es el antídoto para evitar «la tentación mundana del vivir tranquilos, de pasarla bien sin preocuparse de la necesidad de los demás», dijo.

Tras exhortar a la Iglesia de Palermo a la comunión y resaltar la importancia de no marginar a los ancianos y «prestar atención a los jóvenes y a sus problemas», Francisco subrayó que durante esta visita «haremos memoria agradecida del sacerdote mártir Pino Puglisi».

Vatican News / Redacción