Cristianismo debe significar «liberación de la mujer», como en la Iglesia primitiva - Alfa y Omega

Cristianismo debe significar «liberación de la mujer», como en la Iglesia primitiva

La Iglesia debe promover a la mujer si no quiere perderla, advirtió el obispo de Ciudad Rodrigo, monseñor Berzosa, en el Foro Internacional de la Mujer que se celebra este fin de semana en El Escorial. El obispo de San Sebastián, monseñor Munilla, denunció los estragos de la ideología de género, y reconoció errores de la Iglesia al infravalorar a la mujer

Enrique Chuvieco

La Iglesia «perdió a los obreros en el siglo XIX y a los jóvenes en el siglo XX». «Promocionar a la mujer en lo eclesial y en lo social» debe ser un empeño «para no perderla» también, dijo el obispo de Ciudad Rodrigo y miembro del Consejo Pontificio de la Cultura, monseñor Raúl Berzosa, en el II Foro Internacional de la Mujer, que se celebra este fin de semana en El Escorial (Madrid), con lema Mujer, responsable de la civilización del amor y de la vida, organizado por la Fraternidad de Agrupaciones Santo Tomás de Aquino (FASTA), movimiento católico nacido en Argentina de la espiritualidad dominica. El arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, preside este domingo la Misa de clausura del Foro.

Berzosa pidió una vuelta a los orígenes de la Iglesia, ya que la aparición del cristianismo supuso «una liberación de la mujer», destacó. «Dios es padre y madre, y el hombre y la mujer son personas, como Él», añadió el obispo, eso sí, aclarando que «en medio de sus justas reivindicaciones», la reivindicación de la mujer no debe olvidar «lo específico y genuino femenino». En otras palabras: por pretender «ser como el hombre», sería un error que la mujer renegara «de la maternidad y de la interioridad».

Monseñor Munilla: «creados para la comunión, no para el enfrentamiento»

Horas antes, en la apertura del Foro, el obispo de San Sebastián, monseñor José Ignacio Munilla reconoció que han existido errores en la Iglesia, al infravalorar el papel de la mujer. Son fallos «por los que no hay que escandalizarse», añadió, recordando que Juan Pablo II pidió perdón a las mujeres por las «humillaciones sufridas» por parte de miembros de la Iglesia a la largo de la historia.

«En la medida en crezcamos en la unión con Dios dignificaremos a la mujer, porque amar más a Dios es amar más a la mujer», añadió el obispo, que abogó por una presencia mayor de la mujer en la Iglesia.

Munilla destacó la igualdad en dignidad entre hombre y mujer, al tiempo que denunció «la estrategia del feminismo radical y la ideología de género», dos elementos que «dificultan, distorsionan y esclavizan a la mujer», y que atribuyó al «influjo de Satanás en la sociedad».

Frente a «la lucha de sexos» que preconizan estas ideologías, la Iglesia proclama que «hemos sido creados para la comunión y no para el enfrentamiento», añadió monseñor Munilla, quien denunció que conocidas compañías multinacionales promueven hoy «una agenda oculta» para favorecer la ideología de género

La mujer –advirtió– es la primera perjudicada por estas nuevas formas de feminismo que comenzaron con la revolución sexual («separando sexo y apertura a la procreación con los anticonceltivos»), y continuaron con el aborto, en el que la «mujer es la segunda víctima». En este sentido, hoy «la Iglesia está siendo más madre que nunca», dijo, porque «está atendiendo a muchas mujeres que han abortado y piden consolación». Monseñor Munilla recordó que, según las encuestas, los hombres son más favorables al aborto que las mujeres.

El obispo denunció también «la trivialización de la imagen de la mujer, la pornografía en Internet y en los medios de comunicación», lo que supone «un retroceso muy grande en la dignificación de la mujer».