La diócesis de Cádiz afirma que «no hay crisis migratoria» y critica que se genere miedo - Alfa y Omega

La diócesis de Cádiz afirma que «no hay crisis migratoria» y critica que se genere miedo

Aprovechar desde los partidos políticos y los medios la llegada de inmigrantes para hablar de invasión o fronteras abiertas es «un camino muy peligroso que no tiene buen final», denunció la Mesa de Acogida la semana pasada. Esta entidad diocesana pidió también recursos para atender a los inmigrantes con dignidad, y «otra política migratoria que promueva vías seguras y corredores humanitarios»

Redacción
Inmigrantes llegados a Caños de Meca (Cádiz). Foto: Isabel Permuy

«Cádiz no ha estado sufriendo ni está sufriendo una crisis migratoria este verano». Lo aseguró la semana pasada la Mesa de Atención y Acogida de Migrantes y Refugiados de la diócesis de Cádiz y Ceuta, durante la 31ª edición de su círculo de silencio mensual; una cita en la que, delante de la catedral, se muestra la solidaridad con estas personas.

La entidad diocesana lamentó en su comunicado final que «algunas voces de partidos y medios de comunicación [quieran] aprovechar la situación para sacar rédito electoral», utilizando conceptos como invasión, llegadas masivas, fronteras abiertas, efecto llamada o asegurando que «un millón de africanos están esperando para entrar» en nuestro país o que «los migrantes son un gran peligro y una amenaza para nuestro bienestar y nuestra seguridad».

Estas estrategias destinadas a «generar miedo en muchos ciudadanos» constituyen —criticó la Mesa— «un camino muy peligroso que no tiene buen final». Por eso, en el círculo de silencio se denunciaron «todas aquellas voces que en España se están apuntando a las corrientes de racismo y xenofobia» que están creciendo en la UE.

«Pareciera —apuntaba el comunicado— que la Europa de los derechos humanos y de los valores se quisiera olvidar de su historia y de su pasado y estuviera dispuesta a abandonar a su suerte a los migrantes».

Puertos cerrados y obstáculos a las ONG

Hasta la primera semana de agosto —recordaba el texto leído al final del círculo— habían llegado ya a España cruzando el Estrecho de Gibraltar 23.741 migrantes. Este fenómeno —continuaba la entidad— se explica por un cúmulo de motivos: el cierre de puertos de Italia y Malta, la imposibilidad de cruzar de Turquía a Grecia, los impedimentos para que los barcos de salvamento de las ONG actúen, y el hecho de que «los campos de refugiados de Libia son un infierno y los migrantes son torturados y maltratados».

No es baladí tampoco la «negativa decisión de la Unión Europea» de clausurar en 2014 la operación Mare Nostrum, sustituida desde entonces por otras operaciones (Tritón, Sofía, Themis), más centradas en el control de fronteras que en el rescate de inmigrantes. La Mesa de Acogida criticó además que la UE apueste por una política migratoria confiada a «gendarmes externos» y basada en «la represión, detenciones, violación de derechos humanos y deportaciones».

Círculo de silencio ante la catedral de Cádiz. Foto: Secretariado de Migraciones

«No se ofrecen vías legales y seguras»

«Si a los migrantes subsaharianos que llevan muchos años saliendo de sus países en busca de trabajo, de paz, de libertad y de otra vida no se les ofrecen vías legales y seguras para entrar en Europa y las embajadas no conceden visados, es normal que se busquen otras vías como nuestra frontera sur», afirmaron los representantes de la diócesis.

El comunicado concluía con la demanda al Gobierno de España y a la UE de «otra política migratoria que promueva vías seguras y corredores humanitarios para que estos migrantes que intentan llegar a nuestra tierra no tengan que recurrir a las mafias».

Crisis de recursos

La Mesa quiso además contextualizar los datos de llegada de inmigrantes recordando que los de este año están todavía lejos de 2006, cuando se rozaron los 40.000. «Es más, este año 2018 es el que menos migrantes están llegando por mar a Europa. Si en 2015 llegaron más de un millón y en 2016 unos 300.000, este año solo han llegado 59.271».

Su comunicado continuaba asegurando que, si bien no hay crisis migratoria, sí hay «una crisis de recursos y dispositivos de acogida para la inmigración, que viene de muy lejos». La plataforma plantea que en los 30 años que llevan llegando inmigrantes por el Estrecho, «ningún Gobierno» ha puesto en marcha dispositivos de acogida ni ha tenido la voluntad de crear, por ejemplo, un gran Centro de Acogida de Migrantes para atenderlos con dignidad.

Según su valoración es esto, y no la cifra de llegadas, lo que ha dado lugar a imágenes de los inmigrantes acogidos de forma improvisada en polideportivos y otras instalaciones, «muchas veces en condiciones lamentables», durmiendo sobre cartones, o dependiendo de la iniciativa ciudadana para tener agua y tres comidas al día. «Queremos valorar [esta] actitud humanitaria de la gente sencilla que, dándonos ejemplo de humanidad a todos, se ha acercado a los polideportivos para socorrer y apoyar a los migrantes».