Francisco acepta la renuncia del arzobispo de Adelaida por encubrimiento de abusos - Alfa y Omega

Francisco acepta la renuncia del arzobispo de Adelaida por encubrimiento de abusos

El Papa Francisco aceptó este lunes la renuncia del arzobispo de Adelaida (Australia), monseñor Philip Wilson, condenado recientemente a un año de prisión por encubrimiento de abusos a menores

Redacción
El arzobispo Philip Wilson, de la corte de Newcastle, Australia, el 22 de mayo. Foto: EFE/Peter Lorimer

El arzobispo de Adelaida, monseñor Philip Wilson, ejerció el ministerio sacerdotal en la diócesis de Maitland-Newcastle en la década de los 70. Allí trabajó con el sacerdote James Fletcher —fallecido en prisión tras cumplir un año de condena—, acusado de abusos sexuales a dos monaguillos menores de edad. Los jueces han determinado que Wilson estaba al corriente de los hechos y no informó a las autoridades civiles.

El ya arzobispo emérito, de 67 años, fue condenado el pasado 2 de julio a un año de prisión por encubrimiento. Los abogados defensores de Wilson han alegado que sufre diabetes, Alzheimer y problemas de corazón para no vaya a la cárcel, sino que cumpla su condena en arresto domiciliario. Se espera que el pronunciamiento del juez llegue a mediados de agosto.

Un día después de ser hallado culpable, Wilson se apartó de su cargo de arzobispo de la ciudad de Adelaida, pero entonces no dimitió, motivo por el cual Francisco designó un administrador apostólico, el obispo de la diócesis vecina de Port Pirie, Gregory O’Kelly.

La de Wilson supone la condena del mayor alto cargo de la Iglesia católica por delitos relacionados con la pederastia junto a su compatriota y miembro del C9 el cardenal George Pell, cuyo juicio, también por encubrimiento, se está desarrollando desde hace meses a puerta cerrada.

Los obispos australianos garantizan cambios para que «los niños estén seguros»

Mediante un comunicado, los obispos australianos han declarado que esperan que esta condena pueda dar «sensación de paz y curación a las víctimas del sacerdote fallecido» y señalan que «se necesita un gran coraje para que los supervivientes se acerquen a contar sus historias». Los obispos y aseguran que gracias a ellos han podido aprender la lección de una «vergonzosa historia de abuso y ocultamiento».

En el comunicado, además, han garantizado que «la Iglesia australiana ha realizado cambios sustanciales para garantizar que el abuso y el encubrimiento ya no sean parte de la vida católica y que los niños estén seguros en nuestras comunidades», y también su compromiso «de trabajar con aquellos en la Iglesia y en la sociedad que están tratando de implementar estándares de salvaguardia fuertes y consistentes» en Australia.

El obispo O’Kelly también ha intervenido asegurando que «debemos ser conscientes del impacto en los sobrevivientes, en sus familias y en todos aquellos que los aman». «Fui testigo de la angustia y el dolor de las víctimas», asegura, y pide que la Iglesia continúe haciendo todo lo posible para escuchar y apoyar a las víctimas, pues es fundamental «nuestro compromiso con la seguridad de cada niño en nuestra Iglesia y en nuestras escuelas».

Vatican News / Redacción