El día contra la trata, en medio de «una atmósfera política antinmigración envenenada» - Alfa y Omega

El día contra la trata, en medio de «una atmósfera política antinmigración envenenada»

Es una «responsabilidad de todos» denunciar «este crimen vergonzoso», dijo el Papa Francisco al referirse a la trata de personas. Este lunes se celebra el Día Mundial contra la Trata con la mirada puesta en los migrantes y solicitantes de asilo, «principales víctimas» de esta lacra. Desde Naciones Unidas los expertos piden a los Estados que actúen, en medio de «una atmósfera política antinmigración envenenada»

Redacción

La víspera de la Jornada Mundial contra la trata de personas, que se celebra este lunes, 30 de julio, el Papa Francisco hizo un llamamiento para que todos «denuncien con firmeza este crimen vergonzoso». «Es responsabilidad de todos», puntualizó.

Durante el último ángelus de julio, el Pontífice tachó a este crimen de «plaga», pues «reduce a la esclavitud a muchos hombres, mujeres y niños con la finalidad de la explotación laboral y sexual, del comercio de órganos, de la mendicidad y de la delincuencia forzada». También recordó que las rutas migratorias son utilizadas con frecuencia «por los traficantes y explotadores para reclutar nuevas víctimas de trata».

La trata de personas es una grave vulneración de derechos humanos, en el que se captan y trasladan personas, abusando de su situación de vulnerabilidad, para explotarlas después tanto laboralmente, como en la prostitución, la mendicidad o el tráfico de órganos. Naciones Unidas estima que la trata afecta a 21 millones de víctimas al año.

«Muchas víctimas son migrantes»

Ante este Día Mundial contra la Trata, expertos de la ONU recuerdan que los migrantes y los refugiados son personas vulnerables que necesitan ser protegidas y sus derechos humanos deben ser salvaguardados, tarea que compete a los Estados.

La relatora especial contra el tráfico de personas, Maria Grazia Giammarinaro, señala en una declaración que «los Estados alrededor del mundo deben actuar para mejorar sus esfuerzos en prevenir y combatir» este flagelo, «asegurando que las víctimas y potenciales víctimas son consideradas y tratadas como titulares de derechos humanos».

Muchas personas víctimas de los traficantes «son migrantes, incluidos refugiados y solicitantes de asilo, que han decidido abandonar su país por diversas razones, como por ejemplo conflictos, desastres naturales, persecución o pobreza extrema. Han dejado atrás su red de protección social y son particularmente vulnerables al tráfico y la explotación», destaca Giammarinaro.

La experta señala que existe actualmente «una atmósfera política antinmigración envenenada», en la que «a menudo los migrantes son descritos como una amenaza, cuando en realidad contribuyen a la prosperidad de los países de acogida en los que viven y trabajan».

En este contexto, el discurso contra la trata a menudo se usa indebidamente para justificar políticas de migración restrictivas y acciones que llevan a un retroceso: «Defender los enfoques xenófobos y racistas, así como la violencia, el odio y la discriminación, es un deber moral que está en el poder de todos», asegura la relatora.

La solidaridad se criminaliza

No solo son los migrantes y refugiados el blanco de tales discursos, los defensores de los derechos humanos y las organizaciones de la sociedad civil son «criminalizados y aislados» por su solidaridad con las víctimas. «Cualquier intento de deslegitimar su trabajo humanitario es inaceptable», asegura la experta.

El delito de la trata es una gran violación de los derechos humanos. Por ese motivo, Giammarinaro recuerda que «los Estados tienen la obligación de prevenirla» y señala que bajo el recientemente acordado Pacto Mundial sobre la Migración, estos deben establecer procedimientos apropiados y dar soluciones a la medida para prevenirlo. «En el Día mundial contra la trata de personas, mi mensaje es que, incluso en tiempos difíciles, la inclusión es la inclusión, no la exclusión», concluye Gianmmarinaro.

Los niños, aún más vulnerables

Por su parte, el director ejecutivo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Yury Fedotov, señala en otro comunicado que este día destaca «la necesidad urgente de intensificar las respuestas al tráfico de niños y jóvenes».

«La protección de los más vulnerables se ha vuelto cada vez más importante, ya que las crisis humanitarias y los conflictos armados han dejado a los niños y jóvenes en mayor riesgo de ser víctimas de trata. Los peligros se complican aún más cuando los niños y jóvenes están en movimiento, a menudo separados de sus familias», asegura.