«El aborto debe ser erradicado» - Alfa y Omega

«El aborto debe ser erradicado»

La defensa del derecho a la vida es «un asunto innegociable» que «corresponde a toda la sociedad, y sobre todo a los Gobiernos». Así lo acaba de recordar el Portavoz de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayo, que criticó la minirreforma de la ley del aborto planteada por el Ejecutivo de Rajoy, y pidió «ayudas a las mujeres» que permitan «erradicar por completo» el aborto

José Antonio Méndez

La defensa del derecho a la vida es «un asunto innegociable» que «corresponde a toda la sociedad, y sobre todo a los Gobiernos». Así lo recordó el Secretario General y Portavoz de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayo, en pleno debate sobre la minirreforma del aborto que ha auspiciado el Partido Popular.

Pocas horas antes de que el Congreso votase si llevaba o no a cabo una mínima revisión de la actual Ley Aído (aprobada en 2010 y que aún sigue en vigor), Gil Tamayo recordó que «el derecho a la vida es un asunto innegociable, que prevalece sobre cualquier otro derecho», y señaló que «todos los políticos deben votar siempre en conciencia, porque nadie se despersonaliza a la hora de ejercer la representatividad que le han otorgado sus votantes». Con esta última referencia, se dirigía a los diputados provida del PP, que habían anunciado su intención de romper la disciplina de partido y votar en contra de la reforma si, finalmente, se mantenía la consideración del aborto como derecho. Al cierre de esta edición aún no se había llevado a cabo la votación. La dirección del PP había anunciado su intención de sancionar a todos aquellos parlamentarios que votasen en contra del resto del Grupo.

Las declaraciones de Gil Tamayo se produjeron a preguntas de los periodistas, tras la presentación de un documento episcopal sobre la catequesis, y el Portavoz de la CEE negó en redondo que la Conferencia Episcopal haya evitado pronunciarse en este tema para no perjudicar electoralmente al Gobierno: «Los obispos se han pronunciado muy claramente en reiteradas ocasiones sobre este punto , que es absolutamente innegociable, con este Gobierno o con cualquier otro». Prueba de ello han sido las declaraciones, en Radio María, del obispo de San Sebastián, monseñor Munilla, quien tildó de engaño, lavado de cara e incumplimiento electoral la minirreforma planteada por el Ejecutivo.

Ayudas y un afecto especial para las mujeres

Además, aunque Gil Tamayo valoró «cualquier paso que aminore la ley actual, como integrar a los padres en una cuestión que siempre es traumática para la mujer –pues el aborto causa un dolor y un sufrimiento en el que la mujer tiene un protagonismo, y a la que la Iglesia mira con un afecto especial para ayudarla–», reclamó «políticas de protección a la mujer, que ayuden a la maternidad y a la vida familiar», pues «el recurso al aborto es un mal radical, la muerte de un inocente, que debe ser erradicado».