Los colegios de la Iglesia abren en verano para familias sin recursos - Alfa y Omega

Los colegios de la Iglesia abren en verano para familias sin recursos

Los centros del Arzobispado de Valencia acogen este mes a cerca de 300 escolares en la iniciativa #unveranodiferente promovida por el cardenal arzobispo Antonio Cañizares

Redacción

Cerca de 300 escolares están participando durante el mes de julio y ‪hasta el 3 de agosto en la iniciativa #unveranodiferente que se está desarrollando en tres colegios de la Archidiócesis de Valencia, para atender y alimentar a alumnos así como a niños de familias sin recursos del barrio, promovida por el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares.

Este proyecto, en el que colaboran la Fundación San Vicente Mártir-Colegios Diocesanos, Cáritas Diocesana y la Universidad Católica de Valencia (UCV), se ha puesto en marcha por segundo año consecutivo con el lema Un corazón diferente para vivir #unveranodiferente.

Este verano están participando los Colegios Diocesanos San Marcelino, Santiago Apóstol (Escalante) y Nuestra Señora de los Desamparados —los tres de Valencia— y han sido elegidos en zonas «donde hay un porcentaje mayor de familias que atraviesan dificultades económicas», según fuentes de la organización.

Actualmente, cada uno de los centros escolares está atendiendo a alrededor de 80-90 alumnos, tanto de Educación Infantil, Primaria como Secundaria. El horario de apertura es ‪de 10 a 15 horas y, además de ofrecerles el almuerzo y la comida, llevan a cabo «actividades complementarias para educar en hábitos saludables y compartir momentos de ocio y deporte».

Entre los voluntarios que han participado en el proyecto figura Juan de Dios Moreno, que trabaja en el departamento económico-financiero de Colegios Diocesanos. «Esta experiencia la he vivido desde el compromiso como cristiano, como trabajador de Colegios Diocesanos y como padre de familia», con la filosofía de «dar gratis lo que se te ha dado gratis».

Juan de Dios colaboró con el proyecto el pasado año, durante sus vacaciones, y, «dado que estaba con mis hijos, aproveché para llevarlos conmigo y que vieran otra realidad, una realidad que les marcó». «No hay que viajar a otros países para ver que cerca de nosotros hay personas a las que podemos ayudar», asegura. Por ello, «fue una experiencia muy positiva para mí y para mi familia y desde ese momento mis hijos ven el mundo de otra forma».

Por su parte, Gaspar Gómez, profesor de Colegios Diocesanos, y Pepita, del Colegio Ave María de Carcaixent, repiten este año la experiencia. «Simplemente compartir momentos en la clase, jugar con los niños en el patio o prepararles la comida, nos llena de satisfacción. Después de estar con ellos vuelves a casa satisfecho por su gratitud, por sus miradas, por las sonrisas que recibes».

Igualmente, José Vicente Ferrís, docente también de un colegio diocesano, asegura que {participar en el proyecto de #unveranodiferente es una oportunidad de materializar esas buenas intenciones y ganas de mejorar nuestro entorno que todos tenemos, y que a veces nos cuesta ponernos a ello, quizás por falta de tiempo, o porque pensamos que no tenemos nada que ofrecer}.

Durante estas semanas, han sido programadas diferentes actividades relacionadas con la Encíclica Laudato si del Papa Francisco, para trabajar el cuidado por la casa común y la ecología integral. Dichas actividades han sido organizadas por la UCV y la Fundación de Colegios Diocesanos, y preparadas desde una perspectiva lúdica, de diversión y de juego, «para acercarse al otro, para conocer distintas realidades, fomentar el diálogo, el compañerismo y la amistad.

Así, entre las alumnas de la Universidad Católica de Valencia que han colaborado con esta iniciativa como voluntarias, figura Alicia Plaza del Castaño, que cursa segundo de Magisterio de Infantil: «Hacer este voluntariado ha sido la experiencia más bonita del mundo; me ha cambiado la perspectiva y la forma de ver las cosas, ya que me ha enseñado que siempre se puede ser feliz si uno le pone ganas, fuerza y valor».

Son las Cáritas parroquiales las encargadas de «derivar a los alumnos beneficiarios de esta iniciativa ya que los destinatarios son menores perceptores de la beca de comedor tipo A o niños cuyas familias, por su situación social, económica o familiar se encuentran en especial vulnerabilidad y requieren apoyo y atención durante los periodos vacacionales».

AVAN / Redacción