Munilla, en el funeral de Setién: «Aunque somos singulares y diversos, el milagro de la Iglesia es unirnos a todos» - Alfa y Omega

Munilla, en el funeral de Setién: «Aunque somos singulares y diversos, el milagro de la Iglesia es unirnos a todos»

Redacción
Foto: Diócesis de San Sebastián

El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, presidió este miércoles el funeral del que fuera obispo de la misma sede, José María Setién, que falleció en la madrugada del martes. En la ceremonia estuvieron presentes, entre otros, otro obispo emérito de la diócesis, Juan María Uriarte y el cardenal arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez. Y en su homilía quiso dejar tres mensajes muy claros: que la Iglesia es una familia, que peregrinan hacia una meta común que es el Cielo y el legado de Dios en José María Setién.

Destacó en primer lugar: «Somos familia, somos una gran familia: si bien es cierto que quienes conformamos la Iglesia somos singulares y diversos, el milagro de la Iglesia es unirnos a todos en lo fundamental…».

Luego se refirió a la meta de todo cristiano, el Cielo, y dijo que «todos estamos llamados a comparecer ante un mismo tribunal de misericordia y de justicia». «Si fuéramos más conscientes de esta verdad…, si hiciésemos un planteamiento práctico de nuestra vida que nos permitiese vivir de cara a esta realidad, y no de espaldas a ella…; todo sería muy distinto».

Finalmente se detuvo en la figura de José María Setién, de quien destacó varias cosas. Y dijo que en su legado deja la necesidad de avivar la vocación evangelizadora. «La evangelización es una llamada universal de Jesús de la que nadie está excluido», apuntó.

Del mismo modo reconoció que la reflexión teológica de Setién desarrolló fundamentalmente las dimensiones éticas y sociales de la evangelización: la convivencia social, el compromiso caritativo, la educación, la promoción humana… «Una fe que no llegue a encarnarse en todas las dimensiones de la vida no es fe cristiana. Pero, siendo esto verdad, sin embargo, creo que no se ha destacado suficientemente el legado de don José María, sus referencias explícitas a la centralidad del encuentro con la persona de Jesucristo. ¡Y qué mejor momento este para subrayarlo!», afirmó.

Antes de la celebración, Munilla escribió en su blog personal un artículo de agradecimiento a Setién con el título de «Muchas gracias, padre» y donde reconoce que «en estos momentos, el hecho de que yo sea su sucesor no deja de ser algo anecdótico. Mi relación con él no ha sido tanto la de hermandad entre obispos, cuanto la de filiación de un sacerdote hacia un obispo, de cuyas manos he recibido el mayor tesoro de mi vida: el sacerdocio».