¿Quién es san Gregorio de Narek? - Alfa y Omega

¿Quién es san Gregorio de Narek?

El nuevo Doctor de la Iglesia es incluso un gran desconocido para los propios fieles armenios, Iglesia a la que pertenece, pero su figura tiene una considerable dimensión ecuménica para la unión de las Iglesias. Lo cuenta Georges Dankaye, rector del Pontificio Colegio Armenio, en entrevista a Radio Vaticano:

Redacción

¿Por qué es santo Gregorio de Narek?
San Gregorio ha hecho todo el camino hacia la santidad, paradójicamente, a través de la humildad y de la no-apariencia: él no aparece por ninguna parte. Entró en un convento a una edad temprana, se pasó toda la vida en recogimiento, en la enseñanza, en la oración, en la contemplación y también en la escucha, pero su fama se extendió por todas partes, y fue conocido también por los milagros que se sucedían gracias a su intercesión. Además, escribió varias obras, alabanzas e himnos. Su escrito más famoso es el Libro de la lamentación: palabras dirigidas al Señor, oraciones. Y su fama se difunde sin ningún obstáculo. Pensemos solamente que, hasta inicios del siglo XX, el Libro de la lamentación era el libro de cabecera de todos los fieles armenios.

¿Cuál podría ser la síntesis de su pensamiento teológico?
Él abraza todos los temas teológicos: el perdón, el pecado, la misericordia, el misterio de la Santísima Trinidad, incluso la feminidad de Dios… Para él, no es necesario esforzarse a la hora de hablar o de pensar en Dios; Él es Indecible, el Indescriptible. En definitiva, es una escuela de Teología: es necesario no esforzarse ni pensar…

¿Qué supone para la misma Iglesia armenia el que haya sido declarado Doctor de la Iglesia católica?
Se trata de un gran reto incluso para los propios cristianos armenios, para intentar conocerlo más en profundidad. Le hemos conocido devocionalmente, como santo, pero esta proclamación como Doctor de la Iglesia nos invita a conocerlo un poco mejor. Debemos reconocer que, a causa de las persecuciones que no hemos dejado de sufrir durante siglos, el pueblo ha conservado la fe pero no hemos tenido una catequesis detallada y sistemática. Quizá esta proclamación nos interpele a cada armenio.

Otro punto a destacar es que san Gregorio vivió un poco antes del Gran Cisma, y por eso representa un empeño ecuménico para todos: sea para la Iglesia católica, sea para la Iglesia armenio-apostólica, no católica. Quizá su figura nos pueda llevar a aquellos años, cuando todavía no había surgido ninguna polémica. Tal vez san Gregorio pueda llevarnos al empeño del ecumenismo, quizá lamentando de corazón esta herida todavía abierta de la división de las Iglesias.