El Papa alerta sobre la desaparición de los cristianos en Oriente Medio - Alfa y Omega

El Papa alerta sobre la desaparición de los cristianos en Oriente Medio

Francisco arremete contra los epulones que, dentro de la Iglesia, «profesan la pobreza pero viven como ricos»

Ricardo Benjumea
El Papa saluda a los representantes de la ROACO. Foto: Vatican Media

«Oriente Medio hoy es una encrucijada de situaciones difíciles, de sufrimiento». Hoy «se corre el riesgo (no quiero decir la voluntad de alguien) de borrar a los cristianos», advirtió Francisco al recibir a los participantes en la Reunión de las Obras de Ayuda a las Iglesias Orientales (Roaco), que este sábado concluían en Roma los trabajos de su 91 asamblea plenaria.

Francisco no disimuló su preocupación por el efecto en la comunidad cristiana de los conflictos en los últimos años en Oriente Medio, que sistemáticamente encuentran a las minorías en medio. «Un Oriente Medio sin cristianos no sería Oriente Medio», dijo. Esta región –añadió «sufre y llora», mientras las potencias ignoran la dimensión cultural o religiosa de estos países, y solo les preocupa «tomar un pedazo» y conseguir «tener más dominio».

Según Francisco, si bien todos dicen que hay que respetar a los cristianos en Oriente Medio, los hechos van en otra dirección, puesto que el número de cristianos no para de detener. Y recordó una reciente conversación con el nuncio en Siria, el cardenal Mario Zenari, quien le habló de las difíciles condiciones de la vida para esta minoría religiosa. «Aman la tierra, aman la fe, pero el sufrimiento ha sido demasiado fuerte. Y Oriente Medio es la cuna del cristianismo: la tierra de Jesús».

El Papa se refirió también al fenómeno de las migraciones, pidiendo más solidaridad con países como Líbano, Jordania y Turquía, que acogen a millones de refugiados sirios.

«Hay un gran pecado en Oriente Medio, y lo sufre la pobre gente», prosiguió Francisco. «El pecado del deseo de poder, el pecado de la guerra, cada vez mayor, más fuerte…», donde la gente y los niños sufren, en medio de armamentos sofisticados, y con pocas escuelas y hospitales a causa de su destrucción, prosiguió el Pontífice.

La Iglesia no se libra del «pecado de la incoherencia entre vida y fe». Según Francisco, «hay algunos (sacerdotes, algún obispo, alguna congregación religiosa) que profesan la pobreza pero que viven como ricos». «Yo querría que estos epulones se despojasen más en favor de sus hermanos, de sus hermanas».