«Los gobiernos deben acoger solo a los refugiados que puedan integrar» - Alfa y Omega

«Los gobiernos deben acoger solo a los refugiados que puedan integrar»

Asegura al Consejo Mundial de las Iglesias que «si aumenta la fuerza misionera, crecerá la unidad entre nosotros»

Juan Vicente Boo
El papa Francisco conversa con periodistas a bordo de un avión de camino a Ginebra (Suiza). Foto: EFE

El Papa Francisco volvió este jueves a referirse al drama de la inmigración y a la crisis del Aquarius. Al término de una intensa jornada ecuménica en Ginebra, se refirió a cómo actuar. «El criterio es acoger, instalar e integrar. Y la virtud de cada gobierno es la prudencia para acoger a aquellos que pueda educar, integrar y dar trabajo». El Pontífice hizo estas declaraciones a los periodistas durante el vuelo de regreso de Ginebra a Roma tras participar en el Consejo Mundial de las Iglesias.

Refiriéndose al caso del Aquarius y otros similares, el Santo Padre hizo notar que los refugiados «huyen de las guerras y del hambre, sobre todo de Medio Oriente y África. El problema de las guerras es difícil de resolver, pero el problema del hambre sí que se puede solucionar».

Francisco comentó que «algunos gobiernos europeos están pensando en invertir en África para dar trabajo y educación. África no puede ser un continente para explotar, y esto debe cambiar con un plan de educación. Tienen riquezas culturales e inteligencia. Los niños son inteligentísimos».

El Papa lamentó «la crisis de los derechos humanos, de los que algunos países se distancian. Ya no hay el entusiasmo de hace 70 años, ni el de hace 20 años. Se gasta dinero en armamento, pero no se puede resolver los conflictos como Caín. Está en crisis incluso la mediación, que es una figura jurídica».

Sobre el propósito de su viaje, el Papa ha comentado que regresaba «feliz» después de una jornada marcada por la palabra «encuentro» con los representantes de 345 iglesias cristianas que forman parte del Consejo Mundial de las Iglesias, cuyo 70 aniversario había ido a celebrar.

Borrar el proselitismo

Al margen de la sintonía registrada en los discursos de todos los participantes en los encuentros, el Santo Padre ha añadido que durante el almuerzo en el Instituto Ecuménico de Bossey se había registrado un acuerdo suplementario importante: «El movimiento ecuménico debe borrar del diccionario una palabra: proselitismo. No puede haber ecumenismo con proselitismo». Esto significa, respetar las creencias de los demás, y vivir juntos la fraternidad al servicio de las personas que necesiten ayuda.

Como dijo en la capilla ecuménica: «El Señor nos pide unidad; el mundo, desgarrado por tantas divisiones que perjudican a los más débiles, invoca unidad».

En el encuentro ecuménico con los directivos del Consejo Mundial de las Iglesias -representantes de 345 iglesias cristianas con 500 millones de fieles- el Papa Francisco ha asegurado el jueves que «si aumenta la fuerza misionera, crecerá también la unidad entre nosotros».

El Santo Padre está convencido de que «así como en los orígenes el anuncio marcó la primavera de la Iglesia, la evangelización marcará el florecimiento de una nueva primavera ecuménica».

El 70 aniversario de la primera organización ecuménica ha sido una fiesta fraterna, celebrada en un estilo de sobriedad y sencillez, que permite abordar los problemas y hablar con confianza.

Con toda sencillez, Francisco ha manifestado su preocupación por la pérdida de entusiasmo misionero, y ha invitado a todos a reforzar el anuncio del Evangelio pues «la Iglesia de Cristo crece por atracción».

Abordando una anomalía religiosa contemporáneo, el Santo Padre ha considerado «preocupante que algunos cristianos se muestren indiferentes frente al necesitado». Del mismo modo, resulta «todavía más triste la convicción de quienes consideran los propios bienes como signo de predilección divina, en lugar de una llamada a servir con responsabilidad a la familia humana».

En sus palabras de saludo al Papa, el secretario general del Consejo Mundial de las Iglesias, Olav Fykse Tveit, ha insistido en la necesidad de «vivir juntos como una única humanidad, cuidando una única Tierra, nuestra casa común».

Según el pastor luterano noruego, «estamos llamados a utilizar nuestra experiencia en el camino ecuménico, no solo como iglesias sino como una humanidad».

El WCC favorece la cooperación de las distintas iglesias y religiones «en iniciativas de paz en muchos lugares del mundo», en el esfuerzo de acogida a los refugiados y el alivio de la pobreza. En estos momentos está organizando una Conferencia Mundial sobre Xenofobia, Racismo y Nacionalpopulismo, que crecen en Europa y Estados Unidos.

En esa línea de servicio, según Fykse Tveit, «estamos trabajando duro para hacer frente al cambio climático y otras amenazas al medio ambiente».

Las 345 iglesias ortodoxas, protestantes, anglicanas y evangélicas rezan unas veces juntas y otras por separado, pero pretenden cooperar en todo lo posible al servicio de los necesitados. La doctora keniana Agnes Abuom, moderadora del comité central del WCC, lo resumió en un dicho africano: «Si quieres ir rápido, camina solo; si quieres ir lejos, camina con otros».

Al termino del encuentro ecuménico, el Papa se ha dirigido al Palexpo de Ginebra —conocido por el Salón del Automóvil y la Copa Davis—, donde celebrará la misa para cuarenta mil fieles.

Juan Vicente Boo / ABC. Ginebra