Pero yo, ¿cuándo voy andar? - Alfa y Omega

Allí venia mi amigo, calle abajo, acercándose poco a poco a la puerta de mi casa. Se acercaba como el avemaría, «entre todas las mujeres». Su nieta iba empujando su silla de ruedas, y tenía a su mujer a su derecha y a su hija situada a la izquierda.

«Buenos días nos dé Dios. ¿Dónde va mi amigo?», pregunté, y me soltó su frase preferida: «¡Hombreeeeee amigo, que alegría!». Me cogió las manos y me las besó, y se abrazó a mi cuello con tanta ternura que me hizo cargarme de energía y paz. Tampoco aquel día iba a faltar su pregunta de cada jueves, cuando le llevo la comunión: «Pero yo, ¿cuándo voy a andar?».

Es duro y difícil llegar a mayor, y mucho más si encima eres dependiente, pero mi amigo es noble y ha sabido envejecer, y esos besos sinceros que me da y que le salen del alma y de sentirse profundamente agradecido, es lo que hace que tres generaciones estén ahí, siempre, a su lado: en cuanto hay un poco de sol siempre hay uno de sus nietos dispuesto a sacar al abuelo a dar su paseo. Qué verdad es que cada uno recoge lo que siembra, y el que siembra familia recoge amor. Cómo se nota el cariño con el que estos jóvenes, tanto chicos como chicas, desprenden al pronunciar la palabra «abuelo».

Levántate y anda amigo mío, porque tú sí que tienes quien te meta de lleno en la piscina de la felicidad, y además llegas mucho antes que otros que sí pueden andar. Aun en tu silla de ruedas o en la cama acostado nunca te faltan esas caras que recojan tus besos, ni esos besos en tu cara.

Sí amigo, ponte a andar, porque tú estás rodeado de personas que te aman y están todo el día pendientes de ti, para que tus torpes pies no tropiecen y caigan, y cuando estás cansado están ahí para empujar tu silla y llevarte donde desees ir, sin sentirte una carga para nadie, porque esas tres generaciones van a tu lado no por obligación sino por amor.

Eso hace que tu dependencia sea su liberación, y siempre estarán a tu lado para levantarte si tropiezas y caes y para contagiarse de tu sonrisa y de tus besos.