Un problema de salud - Alfa y Omega

Un problema de salud

Fran Otero
Foto: Pixabay

«Igual que en el siglo pasado nos preparamos para dar respuesta a las infecciones, en el actual tenemos que hacer lo mismo con la violencia que sufren los menores y, en concreto, la violencia de género». Quien habla es Antonio Gancedo, pediatra de urgencias del Hospital Fundación Alcorcón, además de miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Pediatría Social. Cree que la pediatría tiene mucho que decir más allá de la cura de enfermedades físicas y apunta que tanto las cuestiones psíquicas como sociales de sus pacientes, los niños y jóvenes, son áreas de mejora. «A veces nos llegan niños con dolores de cabeza o abdominales que no remiten, y con una simple pregunta sobre cómo están en casa, en el cole o en la pareja se abre la caja de los truenos. Y es ahí donde el pediatra debe saber asimilar esa información, ofrecer unas orientaciones y luego encaminar al paciente hacia recursos especializados», explica.

Gancedo cree que el sistema sanitario ofrece muchas ventajas, pues por las consultas de los pediatras pasan todos los menores hasta los 14 o 16 años, en función de las Comunidades Autónomas. Y esto, dice Gancedo, «es maravilloso». Los pediatras –añade– están en un periodo de mejora, no solo en cuanto a enfermedades físicas, sino también en cómo enfrentarse a una niña de 15 años enamorada de un joven de 22 que no la respeta, que la trata mal o la incita a consumir tóxicos.

«Las neumonías ya las curamos en casa y hay numerosas patologías físicas que ya hemos controlado. Este inicio de siglo es el de las patologías biosicosociales», explica. Y concluye que la clave para prevenir la violencia de género entre adolescentes, como cualquier tipo de violencia, tiene que pasar por la educación en valores, en primer lugar en la propia familia.