«Querido obispo: voy a hacer la Comunión» - Alfa y Omega

«Querido obispo: voy a hacer la Comunión»

Ángel y Yanet son dos de los casi 300 niños riojanos que han escrito a su obispo para contarle cómo se preparaban para recibir a Jesús por primera vez

María Martínez López
Monseñor Carlos Escribano, en un encuentro con niños. Foto: Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño

«Querido obispo: Mi nombre es Ángel y el día 12 de mayo recibiré mi Primera Comunión. En estos dos años de catequesis me he estado preparando para recibirla con mucho entusiasmo. He aprendido cómo Jesús perdonaba a las personas injustas. He aprendido a rezar el padrenuestro. A ser mejor persona para comprender a otros menos afortunados que yo». Así comienza una de las muchas cartas que Carlos Escribano, el obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño (La Rioja) ha recibido durante el mes de mayo.

Este obispo sabe que él es el primer catequista de su diócesis, y quiere tener un trato cercano con los niños. Por eso, desde hace diez años escribe una carta anual a los que van a hacer la Primera Comunión. En la de este año, les explicaba que «el regalo más grande que vas a recibir en tu vida es el Pan de la Eucaristía, que te alimentará y te dará fuerza para llegar a ser un buen cristiano y una gran persona».

La amistad con Jesús –les recordaba luego– «hay que cuidarla, como haces con tu grupo de amigos»: yendo a su casa (la iglesia), celebrando fiestas juntos (la Misa del domingo) y hablando con Él «para contarle tus cosas».

Este año, el obispo dio un paso más: pedía a los niños que le contestaran. «Cuando estés a solas en tu habitación –les decía–, dedica un tiempo a recordar todo lo que has aprendido en la catequesis sobre Jesús, y escríbeme una carta con las parábolas, milagros o enseñanzas del Evangelio que te hayan quedado grabadas. La leeré con mucho interés y rezaré por ti y por tu familia».

Los niños empezaron en seguida a responder. Por ejemplo, un día que el obispo fue a una parroquia de Logroño a confirmar a los jóvenes, todos los niños que habían hecho la Comunión el día anterior le entregaron sus cartas en mano. Otros se las siguen mandando por correo. En total, han llegado casi 300.

«En el colegio se ríen de mí»

Yanet es una de las niñas que le ha escrito. En su colegio –le contaba– «hay pocos niños que hagan la Comunión. Hasta se ríen de los niños que vamos a catequesis y a Religión. Pero a mí me da igual porque ellos no van a sentir la emoción que siento yo al poder recibir a Jesús por primera vez. Solo de pensarlo me pongo nerviosa».

Esta chica, de 9 años, reconocía que «me hace mucha ilusión ponerme ese vestido tan bonito. Pero me molesta que haya gente que piense que solo hago la Comunión para ponérmelo». Lo hace porque es un día muy especial para ella. La catequesis –explica– le ha servido para darse cuenta «de lo importante que es Dios, porque siempre me acompaña y me ayuda en mi vida». Monseñor Escribano quiere continuar esta correspondencia, contestando a las cartas de Yanet y los demás. También se reunirá con ellos cuando visite sus parroquias.

Algunos niños del orfanato María de la Pasión, en Kintambo. Foto: Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño

110.000 euros para los misioneros

Esta amistad del obispo de La Rioja con los niños tiene otra cara importante: en todas sus cartas, don Carlos les pide que piensen en otros chicos «que no tienen casi nada para vivir». Este año y el pasado, por ejemplo, les animó a ayudar a Luz Divina Martínez, una misionera riojana que hace de madre para los 20 niños del orfanato María de la Pasión de Kintambo, en la República Democrática del Congo.

«Con tu donativo y el de otros niños de La Rioja, vas a ayudar a estos niños africanos», que viven en un país con graves enfrentamientos, «a poder recibir el alimento necesario para crecer sanos y a pagar sus gastos de escolarización». El año pasado, los niños riojanos ya enviaron 20.700 euros a Luz Divina. En todos estos años, han recaudado en total 110.000 euros, que han ayudado a cinco misioneros riojanos en distintas partes del mundo.