La salvación en lo cotidiano - Alfa y Omega

La esencia de la vida transcurre día a día, en los acontecimientos, en compartir la mesa, en celebrar, en las acogidas y en el arte de las despedidas… Tenemos la confianza en que a nuestra vida llegan personas que nos enriquecen, y a las que nosotras podemos enriquecer. Nadie se cruza en nuestra vida por azar. Vivir desde esta clave nos hace acoger a cada una de las mujeres que se acercan al proyecto como don, y nos reta a vivir desde la seguridad de que podemos acompañarlas para que superen las situaciones de dolor por las que han pasado a lo largo de su vida, acojan la vida en sus manos y proyecten un futuro lleno de posibilidades. En el año 2017 se nos brindó la oportunidad de acompañar en Proyecto Esperanza a 229 mujeres de 23 países diferentes.

La salvación de Dios se realiza en la cotidianidad, transitando con las mujeres «sus periferias existenciales». Las chicas que comparten la vida con la comunidad vienen de periferias físicas en las que el sufrimiento tiene nombre de mujer: pobreza, desigualdad, mutilación genital femenina, matrimonios forzosos, ejercicio de la prostitución –en ocasiones en edades muy cortas–, violaciones, agresiones, vulneración constante de sus derechos, compraventa de su vida… Nuestra misión nos lleva a la generación de espacios seguros para que desde el amor, el encuentro y la liberación, curen sus heridas y vean alcanzables sus sueños; y nos impulsa a propiciar momentos en los que las mujeres puedan narrar su experiencia con más o menos coherencia, con más o menos vehemencia, con más o menos…

Nada más carismático que escuchar y sentir lo que cada una de ellas comparte de la historia de dolor que han sufrido, que poder acompañar sin juzgar. Nada más gratuito que guardar silencio sin tensión, sin prisa, sin esperar palabra…, nada más conmovedor que celebrar una historia de superación, un primer trabajo, una titulación, una documentación en regla, una despedida por empezar una nueva etapa. Nada más genuino que acompañar el paso de la periferia existencial al sentido vital de una vida renovada. Gracias a cada una de ellas por compartir con nosotras.