15 mil alcaldes franceses se negarán a celebrar matrimonios entre personas del mismo sexo

El domingo los franceses han vuelto a salir a la calle para manifestarse contra la ley del mal llamado matrimonio homosexual, que pretende aprobar el Gobierno francés mañana mismo bajo el eufemismo de Matrimonio para todos. Esta es la tercera multitudinaria manifestación que se ha convocado en Francia en lo que va de año y que trata de impedir que el Gobierno socialista de François Hollande apruebe esa ley, que ha generado un aumento de la tensión social en Francia.

Pero las manifestaciones no son la única forma de expresión que están utilizando los franceses para demostrar su profundo desacuerdo con la aprobación de la ley, que también permitiría la adopción a las parejas homosexuales, la procreación médicamente asistida y la gestación para otro (los llamados vientres de alquiler). El portavoz de la plataforma Alcaldes por la Infancia (Maires pour l’Enfrance), Franck Meyer, asegura que son ya 15 mil los alcaldes de toda Francia que se negarán a celebrar este tipo de matrimonios.

Meyer, que también es alcalde de Sotteville-sous-le-Val (norte de Francia) advierte de que «es ilusorio pensar que la movilización de los [alcaldes] elegidos se detendrá si es aprobada la ley. Como ciudadanos, las autoridades electas no bajarán los brazos. Algunos de nosotros anunciaron su renuncia en el caso de la adopción de la ley. Otros dicen que se negarán a casarlos», aseguró. Ya son más de 20 mil los alcaldes o tenientes de alcalde que han firmado la declaración de Alcaldes por la Infancia (Maires pour l´Enfrance) en contra de la aprobación del proyecto de ley.

Homosexuales en contra de la ley

Pero no sólo la calle o los alcaldes están en contra de la polémica y dañina ley, también parte de los homosexuales no quieren su aprobación. Nathalie de Williencourt, lesbiana francesa y cofundadora de una de las asociaciones de homosexuales más grandes de Francia, Homovox, ya aseguró en enero de 2013 que la mayoría de homosexuales del país no quiere el mal llamado matrimonio, ni la adopción de niños.

«Soy francesa, soy homosexual, la mayoría de los homosexuales no queremos ni el matrimonio, ni la adopción de los niños, sobre todo no queremos ser tratados del mismo modo que los heterosexuales, porque somos diferentes; no queremos igualdad, pero sí justicia», aseguró Williencourt el pasado 11 de enero en una entrevista concedida a la revista italiana Tempi. «La pareja homosexual —continuaba— es diferente a la heterosexual por un simple detalle: no podemos dar origen a la vida».