Moda re-, ¿el fin de los roperos parroquiales? - Alfa y Omega

Moda re-, ¿el fin de los roperos parroquiales?

Cáritas Española lanza un proyecto de reciclado textil con criterios éticos para la inserción laboral de personas en situación de exclusión social. La iniciativa supone la completa transformación de los tradicionales roperos parroquiales

José Calderero de Aldecoa
Ejemplo de cómo será una de las tiendas de Moda re-, que aspira a sustituir los roperos parroquiales. Foto: Caritas Española

Los tradicionales roperos de las parroquias podrían tener las horas contadas. Ahora quien acuda a Cáritas a por ropa con la que vestirse no recibirá ninguna prenda, sino un vale. Con el ticket podrá acudir a una de las 80 tiendas que la marca Moda re- tiene repartidas por casi toda España y allí podrá seleccionar la ropa que más le guste, la que mejor se ajuste a su talla. Al finalizar la compra y pasar por caja, en vez de dinero, el beneficiario entregará el ticket de Cáritas.

El proyecto, impulsado por Cáritas Española, supone la transformación de «la gestión de la ropa usada que tradicionalmente se hacía por medio de roperos en casi todas las parroquias», explicó Natalia Peiró, secretaria general de la institución, durante la presentación de la iniciativa. «Ahora le damos un nuevo aire a esta labor que Cáritas lleva haciendo 20 años. Las personas que necesitan vestido seguirán recibiendo ropa, pero se les entregará de forma mucho más digna en unas tiendas a pie de calle». Pero a Moda re- también podrá acceder el público en general, que al comprar ropa estará financiando el proyecto solidario.

Hasta ahora uno entregaba la ropa en la parroquia. En el templo se guardaba y se distribuía posteriormente entre quien más la necesitase. Ahora las prendas recogidas por Cáritas —ya sea en los templos o en los contenedores que la institución tiene en la calle— no se entregarán directamente a quien las necesite, sino que serán enviadas a una de las tres plantas de gestión integral equipadas con tecnología de última generación; allí serán recicladas y enviadas a las tiendas donde el beneficiario podrá acudir a recogerlas con su ticket. Incluso la ropa usada que no pueda ser convertida en ropa nueva «se reciclará y se convertirá en aislantes para construcción, moquetas o nuevos hilos reciclados que serán posteriormente vendidos a empresas del sector correspondiente», detalló Rubén Requena, coordinador del proyecto.

De esta forma, Cáritas sigue vistiendo al desnudo y, además, genera una nueva actividad empresarial en la que pueden trabajar personas en situación de exclusión social que participan en los programas de acogida y acompañamiento de Cáritas. De hecho, el proyecto ya da empleo a 750 personas y cuenta con la participación de 1.000 voluntarios.

Asimismo, Moda re- está ligado al cuidado ambiental ya que al centralizar la recogida y reciclaje de ropa proveniente de muchos puntos de España se «mejora los ratios de reutilización y reciclaje», subrayó Peiró. «Esta forma de trabajar permite ahorrar 56 millones de metros cúbicos de agua y evita la emisión de 680.000 toneladas de CO2 a la atmósfera», añadió Rubén Requena.

El proyecto, que gestiona 30.000 toneladas de ropa usada al año, «quiere sustituir al ropero tradicional, pero es un proceso lento». Hasta ahora a la iniciativa se han sumado 29 de las 70 Cáritas diocesanas de toda España, pero se espera que aumente paulatinamente.